Los jóvenes madrileños Somas Cure presentaron el pasado viernes su tercer trabajo de estudio (tras Parseval y Equilibrium) al que, después de haber encandilado a la prensa y al público en general, le llegaba el momento de estrenarse en directo.

Abrieron la noche los teloneros Never Draw Back con un pequeño retraso y la sala a medio llenar. Mostraron su enérgico punk americano, muy similar (al menos fue la impresión que me dio) al estilo de otros grupos como Sum41 o Blink 182. Si bien no soy un fan acérrimo del estilo, sería estúpido negar que saben lo que se hacen y que cualquiera al que le guste el género los encontrará, al menos, curiosos. Temas rápidos, pegadizos, sin demasiada complicación ni virtuosismos, pero no por ello simples. Tocaron temas tanto de su primer EP (que vendían en la parte de merchandising de la sala) como del próximo, entre los que podríamos destacar 'Metal`s Avenue', 'Dream on Dreamer' o 'Passion and Love vs Greed'.

Quisiera destacar especialmente al cantante, pues aunque se excusó por su actuación afirmando que estaba algo mal de la garganta, un servidor no notó nada; y al batería que, a pesar de llevar sólo dos meses con ellos, interpretó todos los temas con una soltura digna de admiración.

Tras el fin de su actuación, la sala fue aumentando su afluencia consiguiendo llenar hasta el último recoveco de la misma, alcanzando el máximo aforo de 300 personas, y después de que sonase una intro de presentación empezó lo que todos estaban deseando.

Decidieron abrir con 'Belial', el mismo tema que abre también Mitos, mostrando desde el primer momento la energía que son capaces de transmitir todos y cada uno de sus integrantes. Continuaron con el single que daba nombre a su anterior trabajo, 'Equilibrium', logrando que todo el público gritase a coro la canción para volver de nuevo a otro tema de su nuevo disco, 'Uno de Cientos'.

Sin embargo, llegados a este punto, el concierto tuvo que detenerse momentáneamente, porque la guitarra de Álvaro tuvo problemas de sonido. Fue una pequeña caída en la enorme dinámica que estaba teniendo hasta entonces el bolo. Aun con todo, mientras se resolvían los fallos técnicos, el resto de integrantes hicieron lo posible para que el público no se aburriera, realizando así un solo de batería por parte de Darío, que luego se vio complementada con una pequeña improvisación en la que, además del mismo Darío, intervinieron Borja a la guitarra y Victor al bajo tocando una melodía que (al menos a mí) me recordó a una de las más famosas del videojuego Donkey Kong.

Por fin, tras un breve periodo de tiempo, se solucionaron los problemas y el concierto pudo volver a su curso normal, continuando con otros dos temas de su anterior trabajo, 'Te Engañé' y 'Non Grato', para proseguir con 'La Huida', el tema más corto y rápido y de su último disco.

Un detalle que merece ser comentado es que durante gran parte del concierto, Txema, el cantante de la banda, simplemente apuntaba con el micrófono al público para que éste cantara. Puedo afirmar sin miedo a equivocarme que el 90% del público cantó todas las canciones a pulmón vivo, lo cual entusiasmó a la banda y se veía en sus caras cada vez que la audiencia gritaba sus letras.

Prosiguió el concierto con un medio tiempo, 'Colisiones', del disco Equilibrium, para tocar otro medio tiempo, pero esta vez de Mitos, 'Despierto' y caer en una canción más rápida que las dos anteriores pero de su anterior trabajo, 'Sanguine'. A partir de aquí, y con el público más arriba que nunca, sólo cayeron temas de su nuevo disco, interpretando 'El Buen Soldado', 'Di Mi Nombre', 'El Reino del Lobo' y 'Llueve', para retornar al que sería el penúltimo tema de la noche, y single de su anterior trabajo, 'Bitácora'.

Vuelvo a decirlo y lo remarco, pero fue algo increíble cómo estando el disco sólo desde hace 4 días la gente ya conocía todas las canciones. Y las cantó, incluyendo por supuesto las más antiguas. Eso sí que es un público entregado y al que supieron ganarse. Si hasta el momento no he dicho nada de su interpretación de los temas es porque, simplemente, no tengo palabras para ello. Todos y cada uno de los integrantes tocaron de manera soberbia cada canción, con una actitud sobre el escenario que consiguió enloquecer al público, pues no todos los días uno ve ese despliegue de energía sobre un escenario.

Por desgracia todo tiene un fin, y en este caso fue 'Helios', probablemente el tema más famoso de la banda y que presentaron el año pasado en un single. Qué decir que no haya dicho. Debajo del escenario la gente cantó y sintió cada estrofa, y sobre el mismo simplemente descargaron toda su potencia con él, poniendo un punto final apoteósico a una noche llena de energía y emociones. Como detalle curioso, tras el final del último tema, sonó por los altavoces de PA 'Nunca Jamás', de manera que habían sonado todos los temas de Mitos esa noche.