Disco
Agoraphobia: 'Incoming Noise'
(Autoeditado, 2017)
En estos últimos meses hemos visto cómo han surgido bandas de chicas que quieren resucitar el espíritu riot grrrl, movimiento dado a conocer al gran público por Kurt Cobain, que abanderaban bandas como L7, Babes in Toyland, Bikini Kill y Bratmobile, entre otras. Hoy analizamos Incoming Noise, el primer elepé de Agoraphobia, cuarteto de Santiago de Compostela que se suma a Mourn en esta interesante nueva versión revival patria.
Karlova arranca con tintes punk de urgencia, dejando claro que quieren acaparar la atención del oyente desde el principio. De primera oímos una batería muy resultona y unas guitarras en segundo término.
Pero el camino de Susana (voz), Sabela (guitarra), Lucía (bajo) y Paula (batería) parece transitar por otras laderas más pausadas, oscuras y pop. Space Race es un hit en toda regla con espléndidas melodías vocales y una línea de bajo que sostiene la distorsión de las guitarras que, sin embargo, están bajas de potencia. Ya es definitivo. Es un disco de voz y batería.
Grape Juice vuelve a mecerse sobre la voz y sobre un concepto muy noventero que regurgita a Hole, por un lado, y dibuja los puentes con tinta de Queens of the Stone Age.
El bajo gana enteros en Zero, donde ya se puede certificar el talento de Susana para reflotar composiciones que, si bien no son la leche, sí aportan lo que de ellas se espera.
Es un disco de voz y batería
É unha Opinión es lo más pop del elepé, y puede que sea lo más brillante que atesore este Incoming Noise. El estribillo es disfrutable por sus cuatro costados. También hay que decir que Agoraphobia no escatima en esfuerzos a la hora de crear intervalos y finales en los temas, que no caen en la manida fórmula del punteo subrayador de melodías de voz, sino que aprovechan para explorar otros sonidos o, por qué no decirlo, para rendir homenaje a otras bandas.
Esto ocurre, y de forma muy bella, en Captain Time. El corte es suave, no demasiado intenso, pero destaca en su ecuador, momento en el que toda la maquinaria aminora y el discurso es más cercano, por llamarlo de una manera.
La propuesta se tropieza un tanto con Rainbows. Y no me refiero a la canción, que es buena, sino al poso que va dejando el álbum. La fórmula parece claudicar.
Power Supply System reflota un tanto el conjunto del plástico. Recuerdan a unas L7 modernizadas con ciertos trazos del new-age de los ochenta.
Pues sí, no viene mal un poco de cafeína. Caffeine Pill retoma la celeridad del primer tema, pero con un buen recurso que resarza al corte en su totalidad.
Un trabajo muy resultón dentro del revival del movimiento riot grrrl
Horror Vacui culmina el disco con aroma a post-punk etéreo que recuerda a Interpol o Vietcong. Sin duda este registro suma enteros al grupo, que demuestra en este epílogo que su paleta de colores puede aumentar.
La sensación es de placer, que no arrebatadora de corazones, pero Incoming Noise es un trabajo muy resultón dentro de la variada propuesta revival del movimiento riot grrrl. Como diría el irrepetible Luis Aragonés: “Estoy contento pero sin presumir”. Pues eso, Agoraphobia no conquistará el tuétano de tus huesos, pero te hará disfrutar de media hora de buen rock.
Texto: Carlos Rodríguez
Más datos en https://agoraphobiaband.bandcamp.com/album/incoming-noise