Disco
Bala: 'Lume'
(Matapadre, 2017)
El calor hace estragos aquí, en la piel de toro. Las altas temperaturas nos alteran, hace que no durmamos bien y que, en definitiva, nuestro humor de perros resurja cual alimaña hambrienta. Es en esas noches de birras calientes y brisa escasa cuando te apetece desfogar, gritar y mentar a la madre de alguien.
Bueno, pues hay una banda que te puede ayudar a canalizar odios y altar temperaturas. Os hablamos de Bala, dúo grunge-punk compuesto por Anxela Baltar y Violeta Mosquera que ya sorprendió hace unos años con el elepé Human Flesh. Hoy analizamos su segunda puesta de largo: Lume.
Colmillos es la quinta esencia de una secuencia de terror. La voz de Baltar apenas es inteligible, aunque poco importa. La rabia y tralla que destilan las gallegas son de gran envergadura. "Vuelves a empezar" rezan.... y tras la calma otra dosis de caricias rasposas que más bien arañan.
Upside Down arranca con urgencia. Es como si Black Flag se hubiese metido un zumo concentrado de tripis. Punk grave que adopta con gratitud el cambio de ritmo en mitad de este adictivo y breve tema.
Omertá acerca el disco a la orillas del siempre fangoso río del rock de los Melvins. Las letras, en castellano en esta ocasión, si son algo más inteligibles, aunque repito que los que importa sale de los brazos de estas chavalas.
Y sin avisar te meten en Vitamina, un pildorazo destrozacuellos disfrutable a muerte. ¿Tus vinilos de Butthole Surfers están crucificados de tanto escucharlos? Pues hazte una camisa de Bala.
Parece que el ritmo baja con Liar, pero no... falsa esperanza para los corazones maltrechos. Es una tableta con hardcore a lo The Jesus Lizard y tintes de Earth.
Si Hammer, la famosa productora de cine, se animara a volver a realizar aquellas maravillosas películas, sin duda podrían fichar a Bala. Luces es un buen CV. Saben hacer el bestia sin olvidar ser elegantes y siniestras.
Flapper te hará saltar. The Offspring (los buenos, desde 1993 a 1997) a lo gótico. Ciento ochenta segundos con todo en el trapo, el mástil crujiendo, y surcando un mar de alquitrán cuyo final sólo puede ser el infierno, o algo parecido.
Vives es una especie de descripción de la Tungiasis... y como siempre a toda leche. Un minuto y fuera.
El álbum se cierra con Humo, lo que no venden Bala precisamente. "La cordura llega a su final", vomitan las gallegas. Creo que eso despapareció hace media hora, cuando comenzó este Lume. La canción-epílogo es la más grunge de todas y cambia ligeramente de ritmo justo cuando queda de cojones. Hacerlo en canciones que rara vez llegan a los tres minutos es todo un logro.
Sin duda estamos ante un discazo, de esos que no vas a poder parar de escuchar este verano, sobre todo si no te vas a la playa, o si vas a padecer el calor del asfalto, o si has de estudiar tolenadas de apuntes, o si has de soportar a tu jefe o, simplemente, si has de aguantar a la tropa comandada por la suegra. Tómate un descanso, vete al baño, escucha a Bala, y descojónate.
Texto: Carlos Rodríguez
Más datos en http://somosbala.com/