Llevan seis publicaciones en poco más de seis años. En su Estados Unidos natal han causado controversia pero, sobre todo, están comandando el rock´n´roll más desafiante del otro lado del charco. Hoy os hablamos del último álbum de Black Pussy, donde el pop, el boogie y el stoner conviven sin asperezas en un disco casi perfecto.

La veda se abre a lo bestia. No salen perros, ni caballos, sino bestias. Take You There cabalga sobre los sesos del oyente a trote de hard rock de una factura impecable. El pasado, el aroma de los setenta, aúna sus fuerzas con una producción fresca, moderna en el mejor sentido de la palabra. Y, ya sé que soy un pesado, que siempre insisto con lo mismo: las canciones. Sin las buenas composiciones no hay nada que hacer, y éste es un disco repleto de ellas.

Slice Of Paradise es una radiofórmula, pero que nadie ha escuchado y de la que sólo leerás en publicaciones especializadas, como la nuestra. Este segundo corte es todo lo que se puede esperar de una canción rock ligera; hay diversión a raudales y un estribillo que no te abandonará en varias semanas. En un mundo más justo 'Slice Of Paradise' estaría en los primeros puestos de descargas online. Apabullantemente buena.

Un disco casi perfecto, repleto de buenas canciones

El buen hacer de Black Pussy continúa con Parasols, otra lindeza rock-pop enfrascada en un bote pegajoso de hard-rock. La melodía vocal de Dustin Hill comanda las líneas instrumentales más bien básicas, sin grandes alardes de falsa grandeza, de los norteamericanos. Los de Portland apuestan por mantener la atención del oyente a base de estupendos riffs.

La filosofía de “carpe diem” está presente durante todo el álbum. Home Sweet Home sólo puede provocar un amasijo de saltos si los presentes tienen un mínimo de la actitud adecuada. Buen gusto a raudales sin caer nunca, yo diría que jamás, en el lado tenebroso del tedio.

Black Pussy son los gerentes actuales de la vertiente más cachonda de Black Sabbath. No exagero si os confieso que Hill recuerda en extremo a tito Osbourne a la hora de afrontar su papel como cantante en la ejecución y composición de un tema. Full Tilt Boogie sintetiza todo esto a las mil maravillas.

Black Pussy tiene sus influencias, así como un discurso propio y genuinamente original

Indians se aproxima más a la década de los noventa, pero siempre con la mirada puesta en el retrovisor. Abrazan cierto sonido con parentesco al indie expendido en los EE.UU. pero con el fin de conseguir la excelencia en lo que a las melodías se refieren. Me imagino un parto de los Screaming Trees, alumbrando a Black Angels.

Los pussy avanzan en la línea temporal. Girlfriend es fruto de horas escuchando a Queens of the Stone Age. Todas las referencias que cito, insisto en este punto, es para guiar al no iniciado. El objetivo es que nuestro querido lector se haga una idea de la banda de la que hablamos. Black Pussy tiene, como todos, sus influencias, así como un discurso propio y genuinamente original.

Aclarado este apartado, sigamos con el apasionante viaje a través de este Power. I Wanna Get High tiene el power-pop más norteamericano como principal rial. La canción no es de lo mejor del plástico, pero mantiene esa estimable comunión con los rasgos pop inseparables de este elepé. Podría considerarse como una bandera insignia.

El trabajo es corto, de buena factura y muy entretenido

Lo mismo ocurre con The Way I WantThe Way I Want You, una cara B en toda regla. Es como el jugador número doce, o trece, que espera en el banquillo, siempre preparado, dispuesto a dar lo mejor de sí mismo. Siento este símil que tiene que ver con el fútbol, pero no he podido evitarlo. Y lo siento más en estos días de mundial, sobre todo si no gustas de seguir este deporte. Pero, como todo partido de fútbol, este disco llega a su fin.

El trabajo es corto, de buena factura y muy, muy entretenido. ¿Qué más se puede pedir? Si no quieres música meditabunda y, por el contrario, necesitas de un sonido estimulante, directo a tu columna vertebral, dale la bienvenida a un LP al que siempre acudirás. Requerirás de sus servicios cuando quieras olvidar algo, aunque sea durante treinta y siete minutos, en pos de un halo de luz donde saltar, en el que se tarda lo que tú quieras en aterrizar.

Más datos en https://blackpussy.bandcamp.com/album/power