Enésimo intento de esta temporada de resucitar el espíritu riot grrrl. Esta vez los responsables son Bully, banda de Nasville que presenta Losing, su segunde elepé. Grabado en los Electrical Audio Studios de Chicago, hogar de Steve Albini, promete mucho más de lo que da.

Feel the Same bautiza este Losing con reminiscencias a lo Sonic Youth más aseados, pero sin la carga de distorsión de los neoyorquinos. Hay menos rabia de la que pretenden. Esa sensación me da. Huele como a espíritu impostado.

Kills to Be Resistant apuesta por la versión más dulce del rock emancipado del movimiento riot grrrl. Lo más llamativo es la producción de las guitarras, divididas en dos canales, a la antigua usanza, sin demasiados aditivos.

La promesa de un trabajo agresivo palidece cuando se asemeja a Avril Lavigne

Alicia Bognanno, responsable tanto de las composiciones como de la producción del disco, debería aprender un par de cosas más de su maestro, Steve Albini, para el que ha trabajado como ingeniero de sonido. Es una lástima que la promesa de un trabajo agresivo y potente parezca palidecer y menguar cuando se asemeja al espíritu Avril Lavigne. Tal es el discurso de Running, y de todo el plástico. Podría haber dado para más.

Seeing It recupera un tanto el espíritu noventero con más gusto, con sensibilidad pop y gritos a lo L7. Sin duda es el botón por el cual puedes saltar en ese avión que te lleva inexorablemente a un destino: aburrimiento. Mezcla un algodón de azúcar con una tarde lluviosa en la ribera del río Wishcah. Tendrás este tema. Lo mejor del LP.

Las buenas melodías vocales, sin ser dignas de un infarto de miocardio, definen lo mejor del álbum. Puede que no sea suficiente para los estómagos más exigentes, pero algo es algo. Guess There es una buena elipsis de Losing.

Las guitarras suenan fuertes, con garra. Weezer consiguió en sus primeros trabajos aunar pop y rock en paquete cuasi perfecto. Bully se queda en tierra de nadie. Ni Babes In Toyland, ni Liz Phair, ni Hole... Las intenciones son interesantes, pero no están coordinadas.

Lo mejor del álbum son sus melodías vocales

Focused tiene una ventaja: la contención. Bognanno baja los decibelios de la voz, a la par que el resto de elementos de la banda. Y suenan muy bien, hasta que vuelven a cometer el error que reina en el disco. La parte vocal quiere parecerse a la distorsión, pero no sé, creo que es como cuando tu abuelo te está contando una historia y tu abuela, a la par, te está contando otra. Y tú, café en mano, intentas comprender... Pero no.

Cuando las seis cuerdas suben el nivel de protagonismo y la voz se mantiene, como siempre, en lo más alto, el conjunto mejora algo. Aún así Not the Way no da el pego.

Spiral apenas se diferencia del resto de cortes. Más de lo mismo. Alicia dale que te pego a hablar. Se te oye muy bien. Tú tranqui, pero el respetable empieza a juguetear con el WhatsApp, con el lápiz, o con lo que demonios tenga más a mano.

El disco nunca despega y pretende ser lo que no es

Qué coñazo. Lo siento. He de decirlo. Interactuar con mi taza de poleo-menta me estimula más que este puñado de canciones. Either Way me hace mirar cuántas canciones me quedan. Sólo puede significar una cosa...

You Could Be Wrong es un disfraz en toda regla. Como cuando una persona sosa ó inocente se viste de Satán para la fiesta de turno, y bebe vino sin alcohol Castillo de Salobreña... Tinto, eso sí.

Hate and Control es la última canción. Bien. El epílogo muestra por duodécima vez los pliegues por donde se rompe este segundo trabajo de los norteamericanos.

Una lástima que este Losing nunca despegue y pretenda ser lo que no es: un disco que mantenga el interés y que sea abrasivo. Un humilde consejo, Alicia: baja las voces.

Más datos en http://www.bullythemusic.com/