Disco
Chad VanGaalen: 'Light Information'
(Sub Pop, 2017)

Chad VanGaalen es uno de los tesoros mejor guardados de Canadá, patria de ilustres nombres como Lenorad Cohen o Neil Young. El de Calgary vuelve con su sexto álbum de estudio, Light Information, un ejercicio de buenas canciones de un músico que nos tiene acostumbrados a mayores logros.
Mind Hijacker's Curse abre Light Information. La pista génesis del disco nada por aguas ya investigadas por el canadiense en proyectos paralelos como Black Mold. La electrónica y el avant-garde han irrumpido ferozmente en el imaginario de VanGaalen, aunque no se deshace de aquello que lo ha hecho grande: la melodía vocal y las notas necesarias y justas de sus insinuantes guitarras.
Locked in the Phase es una pieza brillante, pero la luz tiene el halo característico del artista. Es como sentirse feliz antes de recibir una mala noticia, a sabiendas de que la vas a recibir. Extraño pero poderoso. Hablando de oscuridad y rarezas, Prep Piano and 770, el único corte instrumental del elepé, es todo esto y mucho más. Bastan ciento veinte segundos para caer por un precipicio grotesco y bello, amargo y amable. Todo un hallazgo.
Host Body es marca de la casa. Recuerda a los álbumes que pueblan el ecuador de su discografía, como Soft Airplane y Diaper Island. Los teclados interfieren demasiado en lo que de verdad importa: el matrimonio entre la voz y la guitarra; Que no las separe nadie, ni en la salud ni en la enfermedad, ni tan siquiera un sintetizador. Si VanGaalen se apoyase en un power trio de guitarra, bajo y batería...
Las aguas vuelven a su cauce natural con Mystery Elementals. Es el retroceso, la resaca, que sucede a la explosión de una ola... o a la ingesta excesiva de alcohol barato. Es puro pop jubiloso y decadente. Es pop.
La electrónica y el avant-garde han irrumpido ferozmente en su imaginario
Old Heads es otra muestra de la calidad media que atesora el artista, que es excelente, aunque no llega a las cuotas de sus mejores trabajos, como el cuasi perfecto Infiniheart, su ábum de debut. Buenas y pegadizas notas de voz que no pasarán a la Historia de la Música pero, qué demonios, son agua de azahar en el mar de alquitrán cutre que representa el panorama musical actual.
Con Golden Oceans da la impresión de que las ideas y la inspiraciónn han tocado suelo. Cabe preguntarse qué vendrá en el tercio de plástico que queda por delante. Lo más interesante de este corte es sin duda el toque Sonic Youth que alberga.
Un trabajo sobresaliente que roza el notable
Faces Lit es una bofetada en la cara. Me la merezco. ¿Dudar de VanGallen? Quizás, pero me equivocaré. La canción atesora lo mejor que sabe hacer el americano: pop rock de calidad. Mejor aún es Pine and Clover, que disipa todas las dudas de la supuesta caída en barrena. Qué bien se le da hacer estos temas de baja fidelidad y escasa velocidad, por no mencionar su capacidad innata de hacer coros, perfectos y efectivos. Toda una lección.
You Fool. O cuando la cara B de un elepé parece la A, y viceversa. ¿Error táctico? Pues según cómo se mire. El tema cumple con las directrices de las caras B al uso; es imperfecta, indeterminada... pero atesora el toque melancólico característico del canadiense. Cuando la segunda cara de un disco adelanta a la primera aseguras, como mínimo, que el oyente no caiga en el letargo y que se sorprenda.
Broken Bell sigue en la senda de la calma. Lo hemos oído en infinidad de trabajos de otros artistas. Subo para después bajar. Apabullo para después dejar escapar. Lo que suele ser peligroso para casi todos, VanGaalen lo maneja con maestría, como un extremo de fútbol que regatea contrarios cosido a la línea de cal sin perder el balón.
Tras la incipiente depresión a la que suele llevar el de Alberta, Static Shape acude al rescate de los que hayan naufragado en el mar de lágrimas. Es un broche brillante, feliz, muy poco habitual en el artista.
Estamos pues ante un trabajo sobresaliente, que roza el notable, ya que demuestra, para mayor gozo del que aquí escribe, que Chad VanGaalen sigue en forma. No está mal para llevar seis álbumes de estudio, a cuál mejor, aunque sí es cierto que con cierta tendencia descendente. Superar Infiniheart y Skilliconnection es muy difícil, pero, si alguien puede hacerlo, ése es VanGaalen.
Texto: Carlos Rodríguez
Más datos en https://chadvangaalen.bandcamp.com/