Disco
Desperanza: 'Desperanza' (EP)
(Autoeditado, 2015)
Hoy os presentamos a Enrique Billy, la Voz, Iñaki a la Guitarra, Dani al Bajo, y Martín a la Batería. Juntos son Desperanza, y traen este EP del mismo título, plagado de sonidos noventeros que miran a Superchunk, The get up kids, Nada Surf o Broken Social Scene.
El indie y el punk van de la mano en estos 5 temas que componen el EP, llenos de referencias al rock alternativo de los noventa. Su necesidad de buscar melodías propias a través de sus vibrantes guitarras, respiran por los cuatro costados alma rockera.
- Ciudad de Sol. Con un aire de final de las clases, de arranque del verano, y de deberes que salen volando por los aires, demuestran que saben crear temas con letras complejas, sin olvidar que son una banda de rock. De hecho no consiguen abandonar esa pátina gamberra que parece impregnar a la banda, a pesar del peso de sus textos.
- Sigue Andando. En la misma línea que 'Ciudad del sol', nos absorbe un pegadizo estribillo y un ritmo revoltoso que coquetea con el punk, pero que cubre un fondo desesperado en sus letras. Unas reflexiones taciturnas que se desencajan de la música que las envuelve. Una breve paradoja entre melodía y texto.
- Los No Memorables. Más rotunda, esta pieza que avanza decisiva sobre el tiempo y los recuerdos, la brevedad del presente, y el mundo que gira demasiado rápido para su propio bien. Unas vueltas que rapidamente se olvidarán con el paso de los años, subrayando lo efímero de nuestra presencia.
- Coleccionista de sueños rotos. Empieza a parecerse demasiado a las piezas anteriores. La canción no es mala, pero a estas alturas esperamos un poquito de variedad, de salirse de las correctas líneas de breve intensidad a las que se dedica la banda.
- Te queda Grande. Aquí sí huele a cambio. Especialmente la parte central de esta canción, tiene un regusto diferente, se desmarca del resto del disco, quiere demostrarnos que Desperanza tiene algo más que contarnos, o al menos alardea de recursos para variar el modo en el que nos pueden transmitir sus historias.
En general, la banda sabe a los 90, está rellena de morriña y sazonada con nostalgia animada. Es imposible aburrirse en estos temas apretados, cortos, donde la música se mete con embudo para contárnoslo todo antes de que podamos decir Desperanza. Transmiten velocidad, vértigo, y una extraña alegría, paradoójicamente melancólica, si esto puede tener algún sentido. Son una bomba de relojería que explota por los aires creando sorpresa y espanto, pero que no deja daños tras de sí. Energía muy digerible de la que esperamos más y mejor.
Texto: Maite Abascal
Más datos en https://desperanza.bandcamp.com/