Disco
El Cuarto Verde: 'Metroglobina'
(Rock Estatal Records, 2015)
Hoy os presentamos El Cuarto Verde, compuesto por Odón (voz y guitarra), Edu Doc (guitarra), Deivis (bajo) y Julián (batería), que desde Logroño nos traen este LP llamado Metroglobina, cargado con 10 canciones listas para disparar.
Después de Pulso (2009) y Narcoiris (2011), en febrero de 2015 se pusieron manos a la obra, registrando su nuevo trabajo, Metroglobina. Lo hicieron nuevamente en El Sótano de Iker Piedrafita. Este disco tiene cuenta con las colaboraciones de Rosendo Mercado con su voz, y Diego Chacho con la guitarra. El disco se asoma en noviembre de 2015 bajo el sello de Rock Estatal Récords.
- Hoy (canción pistola). El disco abre con esta canción de guerra llena de cánticos que se interrumpen metódicamente junto con batería y guitarra, marcando inquietantes pausas que rompen el ritmo de la pieza y le dan personalidad propia. La voz tiene a su vez el tonito autosuficiente digno de este tipo de canciones provocación.
- Culo de mal asiento. Más cerca del punk, la canción es una bomba que explota desde el principio regalando toda su mala baba desde el primer segundo. Los cánticos siguen siendo parte esencial de las canciones, transformándolas infaliblemente en melodías guerreras.
- Hazlo. Las pausas y las bajadas de tensión se vuelven a intercalar con dósis apoteósicas de guitarras. Entrelazándose con estos ritmos incendiados, las letras siguen una línea inesperadamente poética.
- Jako. Abre con unos ladridos, y con un cambio de tercio, las líneas del tema se vuelven más intrigantes, obligando a la batería a marcar un ritmo más comedido. La voz se vuelve más protagonista, aunque termina tragándosela el estribillo, donde todos los instrumentos parecen pelear por la conquista de la pieza. Termina nuevamente con los ladridos iniciales, cerrando el círculo.
- La hora de los lobos. El rock se suaviza por aquí, en una canción que se diferencia de las demás, arrimándose a melodías románticas. En cualquier caso no pierde su toque macarra, y sigue por la línea de ese tipo de canciones a las que no les importa ensuciarse. Una de las piezas más acertadas.
- Por la tangente. Con un aire misterioso e inquietante se abre paso esta canción, que en el estribillo metamorfosea en ese punk travieso al que ya nos vamos acostumbrando. La canción se arriesga en cada cambio, pasando por todos los registros de la banda.
- Como purgar el radiador de una casa habitada. Rosendo se estira, y se anima a esta colaboración de lujo con la banda. Entre "¡oooh!" y solos de guitarra, las voces de Rosendo y Odón se turnan para crear una atmósfera eléctrica.
- Los amantes del fósforo. Como si la pieza persiguiese a la anterior, esta se entrelaza con el final de su precedente en menos de un suspiro. Nos regalan una canción oscura llena de referencias culturetas inesperadas de estos amantes del fósforo.
- El corazón del espino negro. Las guitarras son protagonistas en esta batalla campal, donde nuevamente la voz se tiene que hacer oír sobre el jaleo de los instrumentos, que suenan como si en cada punteo los quisieran hacer arder.
- Baila, aunque sea mal. Para cerrar, el tema más insurgente de todos, en el que podemos leer entre líneas que les va a dar igual lo que nos haya parecido el disco, porque ellos ya han hecho lo que les ha dado la gana. Se despiden así, animándonos a bailar de cualquier manera. Aunque sea mal.
El corazón se acelera, el pulso se dispara y la respiración se entrecorta. Como una mezcla rara entre estar acojonado y enamorado, El Cuarto Verde se las apaña para crear una sensación de desasosiego y éxtasis al mismo tiempo. Con su poder contradictorio acierta, y le regala al oyente una bofetada de rock lleno de chicha, que no se apaga por ningún lado. Metroglobina es una hoguera, un maldito incendio forestal que sigue extendiéndose imparable.
Texto: Maite Abascal
Más datos en http://www.elcuartoverde.net/