Disco
Floodlore: 'When It Was Forged'
(Records CK, 2017)
Imaginad que una astronave, después de surcar el abismo estelar durante un gran periodo de tiempo, se estrella en un mundo habitable pero inhóspito. La desolación acompaña a un bebé, único superviviente del accidente, que se encuentra desamparado en un planeta que dominará bien por soledad o bien por imposición ante las posibles criaturas que le acechen. Podría ser el argumento de una peli de ciencia-ficción o, sin ir más lejos, una de las líneas argumentales en las que se basa Floodlore en su segundo elepé.
Hace un par de años los de Virginia debutaron con When It Was Written, pero el trío ahora se ha inmerso en una serie de discos conceptuales cuyos capítulos verán la luz este año.
Gustará a los admiradores del stoner actual y del hard-rock de los setenta
El álbum despega con Mother´s Pain. La canción muestra a una banda que bebe del stoner, de manera obvia, pero que si os dijera que estos oriundos de Carolina de Norte se han empapado de arriba a abajo a nuestros queridos Triana no me deberíais de mirar con cara de "a este tío se le ha pelado el cable". El deje de la voz, cómo se reparten las tareas los instrumentos, y ciertos matices más, hacen que sea un brillante primer movimiento. Los punteos y los cambios de tiempo harán las delicias tanto de los que gusten del hard-rock de los setenta como a los admiradores del stoner actual.
Sin descanso Maybe Dead nos pega una patada en el trasero, rumbo cuarenta años atrás. El trío se asienta en el rock nacido en los setenta. Uno de los mejores conceptos del álbum es que la formación es que no apuesta por los caminos rectos ni por los viajes amortiguados. Y el resultado es atrevido, acertado y entretenido, que es al fin y al cabo por lo que escuchamos música, qué diablos.
Una serie de discos conceptuales cuyos capítulos verán la luz este año
El bajo por la derecha, y la guitarra por la siniestra dan la bienvenida a Cyber Punk. Si todo el disco suena a añejo, éste, el tercer corte, lo podríamos escuchar mientras nos protegemos del brillo solar con unas Persol 714, zumbando en nuestro hipotético Dodge Challenger del 71. Pequeñas pesquisas de los noventa asoman pero, hazme caso, déjate las patillas.
La bestia más oscura aparece con Your Ways. La gravedad, el miedo a descubrir lo que nadie ha visto, lo inaudito, te golpea con los graves por un lado del cerebro mientras el resto de los sentidos asumen la pesadez eléctrica. Pero después de la parálisis atenazante los norteamericanos apuestan por dotar a la canción de cierta ligereza que no aporta nada demasiado atractivo a la primera mitad del tema. El comienzo, unos Black Sabbath y Melvins escupiéndose los unos a los otros en un concurso, deja en paños menores a la segunda mitad. Es una lástima, el único "pero" del plástico, que acaba en este pequeño bache.
En suma, estamos ante un estupendo trabajo que contará a lo largo del año con otras cuatro partes más. Es un disco con personalidad que aúna lo mejor del rock de los setenta y advierte de influencias más cercanas, como la de Fu Manchu. Éste es el Chapter One, el despegue, como bien ilustra la portada, así que si te gusta... estás de enhorabuena.
Texto: Carlos Rodríguez
Más datos en https://www.youtube.com/watch?v=fjq9AEx6hd4