A los ​n​o iniciados en Guided By Voices: Si no gustáis de buenas canciones al más puro estilo rock/pop estadonunidense, que rara vez llegan a los tres minutos, ni de álbumes que suelen alcanzar una treintena de pistas, éste no es vuestro plástico. A ellos les digo: "Saltad del barco". Al resto os imploro que me sigáis en este August by Cake, el vigésimo cuarto disco de los maravillosos GBV.

Podríamos decir que los cortos son para el cine lo que "los Guided" son para la música. Se llevarían casi todos los años el Oscar al Mejor Cortometraje. En August By Cake, El grupo mantiene la cadencia de sus composiciones, que empezó a publicar a finales de los ochenta. Y hablamos de cientos de canciones publicadas sin temer a equivocarnos.

Abre el elepé 5º on the Inside. Es de tono festivo, con instrumentos de viento entrelazados en las ya clásicas melodías de los de Ohio.

El grupo mantiene la cadencia de sus composiciones, que empezó a publicar a finales de los ochenta

Generox Gray se aleja un tanto de la vertiente más común de su sonido. Ésta es una pieza pesada con un tiempo pausado y la voz es más pura, alejada de la nasalidad y linealidad característica de Robert Pollard. When We All Hold Hands at the End of the World comienza a las pocas milésimas de terminar su predecesora. Es puro pop-rock. Puro Guided.

Lo mismo ocurre con la exquisita Goodbye Note. Es una declaración de intenciones. We Liken the Sun apuesta por la reiteración y un fade out que son marca de la casa. Pocas voces suenan, y han sonado, tan bien con un poco de reverb.

Feverb Pitch es un delirio que se cura al más puro estilo de la medicina tradicional china. El remedio es Absent the Man, otra pildora de rock sin aditivos ni florituras. Rock. Puro rock en su versión más corta. Packing the Dead Zone me hace reflexionar lo siguiente: El 95% de las bandas actuales darían su Orange favorito, o su manoseada Jaguar de los sesenta, por tener tan sólo un epé con tres canciones, digamos del montón, de los GBV. Es la puta verdad.

Juegan con el orden las canciones para mantener al oyente siempre atento

What Begin on New Year´s Day es semiacústica y no llega a los 120 segundos. Son inteligentes. Juegan con el orden las canciones para mantener al oyente siempre atento, con actitud audaz. Acción y reacción. A este principio responde Overoaded, tema que vive de las voces y de la intuición de sus creadores para meter en tu cerebro melodías a golpe de buen gusto. Y no paran. Ni un segundo, literalmente. No da tiempo a pensar "qué buena canción, es..." ya que otro torpedo te aturde.

Keep Me Down es como uno de esos churros que ves escurriendo en cualquier cafetería. Uno de muchos pero... menudo jodido churro. Brillante. West Coast Company Man recuerda a las primeras composiciones de Guided By Voices. Se parece a los cambios de velocidad, en lo que a fútbol se refiere, que hacía el desaparecido Cruyff. Ahora me paro, ahora acelero, y en medio se ha fracturado una cadera. Y no es la del genio holandés. Warm Up to Religion es su continuación, más bien un apéndice, también breve y más pausado.

High Five Hall of Farmers es una frase que te taladra a base de timbales, bajo y, por su puesto, la melodía de la voz. Sudden Fiction, una canción que recuerda a Bad Religion, pero barnizados. No da tiempo a mucho más. Te exprimen.

Hiking Skin entra a galope con pisadas rápidas pero melancólicas. Its Food ya comenzó en 'Hiking Skin', en serio. Éstos te manipulan, ya te lo digo yo. Una track de corte inferior que se sustenta en el bajo y en la languidez de las guitarras.

Cheap Buttons animaría a cualquier suicida en otoño, o en primavera. Rezuma cierto aroma a rock clásico al más puro estilo norteamericano, pero esto mola mucho más. Es corto y bello, dos adjetivos que cuando se hermanan son imbatibles.

Substitute 11 aminora los latidos. Se agradece. Es una suerte de balada que padece un síncope en el ecuador de su vida. Bueno, ojalá todos los síncopes fueran tan rejuvenecedores como éste. No dejan que bajes la guardia.

A lo mejor le sobran tres canciones, pero de treinta y dos no está mal

La experimentación asoma su barba canosa en Chew the Sand. Tienen derecho a hacer lo que les plazca, qué demonios. Dr Feelgood Falls the Ocean es bella e irregular, es decir, estupenda. The Laughing Closet nos muestra a un Pollard íntimo, con arreglos de viento... dura un minuto y medio. En seguida las altas revoluciones toman el mando con Deflect Project, corte que le sirve a Pollard para investigar con distintos efectos aplicados a la voz.

Upon the Circus Bus no abandona la vertiente avant-garde de los norteamericanos. Distintos canales protagonizados por conversaciones y efectos sonoros toman esta pista, olvidable, pero que sirve de contrapunto para Try It Out, una eficaz pastilla pop, y para la preciosa balada-chicle Sentimental Wars.

Llegamos al tramo final de August By Cake. En Circus Day Holdout, GBV toman prestado de Black Sabbath la gravedad y los coros que bien podrían ser tarareados en una taberna. Efectividad comprimida. Amusement Park Is Over y Whole Tomatoes parecen temas de un álbum en solitario de Pollard. Ésta es la tendencia en el ocaso del disco, como bien se puede escuchar en Golden Doors. The Possible Edge es muy buena, una composición a medio tiempo de la que sólo se puede disfrutar.

Escape to Phoenix, un buen final, más bien fiestero, de un elepé que pasa de la hora en diez minutos. A lo mejor le sobran cinco minutos, es decir, tres canciones. Tres de treinta y dos. No está mal. Cómo lo va a estar. Son los putos Guided By Voices, responsables de obras maestras incostentables como Alien Lanes (1995) y Bee Thousand (1994), y de discazos como el que hoy os presentamos.

Más datos en http://www.robertpollard.net/