Disco
Idles: 'Brutalism'
(Balley Records, 2017)
Llega el verano y parece que cierto gusto por el punk asoma en las sombras creadas por el sol abrasador. Ha llovido mucho desde 1977, y también ha pasado tiempo desde que en 1994 asaltaran la escena Green Day y The Offspring. Pues hoy el punk también es posible. Y con el mensaje intacto. Os presentamos Brutalism, de los ingleses Idles.
Heel/Heal aclara una idea: el punk sin rabia no vale ni el envoltorio del vinilo. El disco arranca con los gritos de una chica desesperada, y depués todo es vertiginoso. La batería y el bajo arrastran las afiladas guitarras hacia un precipicio en cuyo fondo te espera una muerte dolorosa, y lenta. Y es que el álbum despide urgencia y mala uva a raudales.
Well Done bebe de la tradición más punky anglosajona. ¿Inventan algo? Ni de coña, pero tampoco aspiran a eso. Lo suyo es volver a 1978 y decir que están hasta las pelotas de todo pero con un sonido más cuidado, y mejor ejecutado, que sus antecesores.
El álbum despide urgencia y mala uva a raudales
Mother funciona como una terapia donde en el sillón no está escuchando un modosito psiquiatra, sino un oyente que, si ha aguantado hasta ahora, es que comparte con los de Bristol un punto de vista de la vida bastante inconformista, por decirlo con suavidad.
El bajo y la voz de Joseph Talbot te dan la bienvenida en Day Night, un "pepino" urgente donde las texturas (ups, perdón) cambian de regitro con asiduidad. El noise se da la mano con el punk y el hardcore en una pieza que recuerda a The Hives. Aunque en realidad se asemejan a toda banda decente que ha despachado discos punk en Inglaterra en los últimos cuarenta años. La aguja viaja con velocidad extrema por los surcos del vinilo. Se suceden temas que, unos más, otros menos, mantienen el interés a base de escupitajos y patadas en las zonas nobles.
1049 Gotho desmuestra que este quinteto de la muerte sabe jugar con las armas que tiene. ¿Limitados? No lo sé... Pero a quién demonios le importa. Si te gusta el punk lo estarás disfrutando desde el primer segundo.
Temas que mantienen el interés a base de escupitajos y patadas en las zonas nobles
Divide & Conquer parece haber sido creada para un espectáculo de terror, como banda sonora que antecede a la presentación de un monstruo que en breves minutos va a acabar con todos los asistentes. Aqui Idles vuelve a manejar sus recursos con imaginación y eficacia.
Es cierto. Lo sé. En el ecuador del LP la fórmula empieza a mostrar carencias. No nos engañemos. Este género es así. Rachel Khoo es un acierto a medias. Buena canción, pero más de lo mismo. Y sin la ventaja de la sorpresa, de la pegada inicial, pierde enteros.
Pero es un disco punk. El odio en forma de sonido. Asi se podría definir Stendhal Syndrome. Un bajo a todo trapo que te advierte dónde está la toma de tierra, las guitarras, libres y ruidosas a más no poder... Punk. ¿No te gusta? No sigas.
Exeter tiene un ramalazo pop sospechoso. No se sabe si es una burla o un futuro camino que tomar. Es un respiro, un cambio de registro que da alas a este Brutalism. Cuatro minutos de luz en un túnel oscuro y peligroso. De lo mejor del disco pese a no ser ni rápido ni, excesivamente, destructivo.
Canciones como Benzocaine hacen que me acuerde de que la premisa universal "menos es más" está hecha para álbumes de trece o quince temas que deberían quedar en diez. Pero bueno, el riff es decente. Lo mismo ocurre con White Privilege: es un aporte gris, e incluso aburrido, que mantiene la línea de gritos y aullidos distorsionados por la velocidad.
Slow Savage sirve de muro en este recorrido. Y lo hace de manera amable, con esquinas redondas y relleno de espuma goma. Un piano acompaña a Talbot en su viaje hacia un destino nostálgico en la que es una de las rarezas del álbum. Muy a destacar el contraste entre la instrumentación etérea, y la bella y deshauciada voz de Talbot..
¿Te gusta el punk? Mi enhorabuena, a mí también. Este disco es punk, con sus beneficios y contraindicaciones, como la leche. Pero Brutalism poseé ciertos pasajes anómalos, diferentes, que hecen de este trabajo algo más que un buen disco. Cuando no son punk son mejores. Espero que estos chicos se percaten de ello, aunque dudo de que les guste tal afirmación. No lo admitirán. Son muy punk.
Texto: Carlos Rodríguez
Más datos en https://idlesband.bandcamp.com/album/brutalism