Disco

Iguana Death Cult: 'The First Stirring of Hideous Insect Life'

(Amphibian Records, 2017)

Publicado por Carlos Rodríguez - Hace 4 años
Iguana Death Cult: 'The First Stirring of Hideous Insect Life'

Hace pocas fechas fui a ver a Cala Vento y volví a casa con otro nombre en la cabeza: Iguana Death Cult. "Que no se me olviden", me dije. Pues no, no se olvidó el nombre de esta banda holandesa que presentaba en Granada su primer disco: The First Stirring of Hideous Insect Life. Atentos a los amantes de la nueva psicodelia garagera.

El LP arranca como los coches en los thrillers policiacos, a todo trapo, quemando goma. Pyramids reúne todo que se espera de una banda garagera y fuzziana, si se permite el término, es decir, ritmo anfetamínico sostenido por un sonido rock n' roll crudo y básico.

The Dreamer es un temazo. Es raro que no lo escogieran para abrir el disco. Pero qué más da. Te hace menear la cabeza a lo Allah-Las pero con el peculiar serpenteo de los oriundos de Rotterdam.

El cuarteto no para de conseguir adeptos en Europa

La máquina sigue engrasada. Can of Worms demuestra por qué el cuarteto no para de conseguir adeptos a lo largo y ancho de Europa. Un punteo delicioso, un bajo crujiente como una loncha de bacon chamuscada y la voz versátil de Jeroen Reek, tan pronto agudiza como da alaridos, hacen de este corte un delicioso bombón para los nostálgicos.

Y es que de nostalgia va la cosa. El álbum fue grabado de manera analógica y, quieras que no, eso se nota. Wishpers atesora todas sus virtudes, que son muchas, además de in delicioso puente.

De nostalgia va la cosa, el álbum fue grabado con equipo analógico

Uno de los baluartes de este debut es el acierto de Reek de apostar por melodías vocales totalmente pop a la música cafeínica que le acompaña. Seven Tongues es un buen ejemplo de ello. Otra virtud: los punteos son tan simples como acertados. Menos es más, sin duda, y a toda leche, por supuesto.

Que se abstengan los hipertensos. Mutterschiff 308 no hace prisioneros, y deja a las bebidas con taurina a la altura del diazepán. Necesitarás de una habitación acolchada para sobrevivir a estos tres minutos y medio de exceso rítmico, pero... ¿Tal exceso existe?

Un disco para los quieren más de un 20% de temas pasables

Los holandeses saben de medicina y, por eso, no quieren hacer palmar a sus nuevos fans. Nos dan un respiro con Freak. Por lo visto para ellos ser un freaky (raro en español) es aquel que se toma una pausa mientras saborea un polo sabor a pop en cuyo interior hay pegatinas de The Beatles. Eso es 'Freak'.

Espero que te hayas recuperado. La urgencia renace con Vodoo Mirror que si bien no destaca sobre la media de los temas del plástico, sí cumple con la función de esta ópera prima: joderte el cuello.

Y, para finalizar, una trampa, como Indiana Jones en El Arca Perdida. La formación firma Jellyfish, el epílogo del LP, con un comienzo calmado, es decir, raro de narices. Pero no te preocupes. Los Iguana vuelven a sus ruedos para completar así un debut redondo. Corto y al pie.

Si eres de los que creen que todo tiempo pasado es mejor, y no te gusta perder el tiempo con discos que sólo tienen un 20% de temas pasables, apúntate a estos animales rítmicos. Te encantarán y te harán llevar collarín durante dos semanas.

Más datos en http://iguanadeathcult.band/