Disco

Los Reconoces: 'Una luz entre la niebla'

(Rock Estatal Records, 2015)

Publicado por Maite Abascal - Hace 6 años
Los Reconoces: 'Una luz entre la niebla'

Hoy os presentamos ​a Eduardo "Luter" Garcia a la guitarra y dando el cante, David Fernández al bajo y los coros, Jose Luis "Buho" Martínez a la guitarra y los coros y a Jorge "Joris" Ortuño a la batería y la pandereta. ¿Los Reconoces? ​​E​​l​l​o​s​ ​s​e​ ​r​e​ú​n​en​​ ​n​ue​​v​​am​​en​​t​e ​​pa​​r​a ​​t​r​a​e​r​n​o​s​ ​​'U​​n​a​ ​l​u​z​ ​en​​​t​r​e​ ​la​ ​​n​ie​b​​la​​'​.​

Ocho años después de que la banda disolviese su actividad, Joris, David, Búho y Luter volvieron a juntarse para resolver una deuda que tenían con todos aquellos seguidores que, desde la década de los noventa, apoyaron incondicionalmente a una de las formaciones del rock urbano con más personalidad dentro de la escena madrileña.

‘Una Luz Entre La Niebla’, es el doble CD+DVD que recoge el directo de despedida de Los Reconoces junto a un documental sobre la mítica banda. Se cierra el círculo a una aventura que quedará de esta forma registrada para la posteridad.

  1. Intro. Un poquito del jingle de la Warner Bros para arrancar.
  2. El patio de Lacoma. Rock and roll que abre prometiendo, sabemos lo que vamos a escuchar, pero aún así no podemos evitar la excitación previa al arranque y salimos con ella.
  3. Las horas del mar. Con peor baba, pero sin perder el ritmo, se lanzan a este rock guitarrero que anima el jaleo del público entre estribillos.
  4. No siempre (Los saltos mortales y las cabezas nucleares). El ritmo animado se te mete por dentro y apetece solo patalear y bailar hasta que las agujetas no nos dejen. Sin duda de lo más divertido del CD, los coros del público lo subrayan, antes de las buenas noches que cierran la canción y abren oficialmente el concierto, prometiendo rock and roll a la vieja usanza.
  5. En el bordillo. Buen rollera gracias a sus guiños al reggae, y sus rápidas guitarras,
  6. Se me secan los mares. Regresando al rock de alcantarilla, a ese para los malditos, para los lamentos, los gritos y las protestas de los poetas.
  7. En bolsas de basura. Con un ritmo misterioso que se acelera nada más empezar, y que después se repite en algunas pausas, nos cantan esta declaración autodestructiva.
  8. No creo nada. Presentando al productor y amigo Michel Molinera, como "La leyenda", él saluda muy simplemente con un "Buenas noches, peña", antes de ponerse al lío, al rock and roll acelerado, sin pausa y sin respiros. El público se rinde a sus efluvios
  9. Puedo. Arrancan con punteos rápidos de guitarra, que enseguida nos revelan lo que viene. Una pieza que transpira rock del bueno. De lo mejor del disco, aquí nadie nos pisa la felicidad.
  10. Cráneos privilegiados. Desenfrenada, rápida, con cánticos rítmicos, se lanzan a esta pieza en la que se desmelenan, y es que en este caso sí da igual.
  11. Atrapado. Joris se pone al micro para contarnos parte de su andadura, presentar a los"coleguitas" y despedirse, hablando del barrio de Lacoma. Poco más que el fin del mundo. Para corroborar sus palabras saltan a este tema melancólico que se anima a sí mismo verso a verso.
  12. En tus manos. Presentan una de las primeras maquetas que compusieron, y a la que quieren homenajear con esta pieza. Regresan a sus orígenes.
  13. Intangible. Tras un corte repentino, vuelven los ritmos reggae, una letra brillante y enredada con la melodía de este tema encantador, penúltimo en el primer CD.
  14. A trompicones. Para cerrar la primera parte del doble disco, parten con suaves melodías que crecen lentamente a través de las pausas musicales en las que la guitarra se luce.
  15. Me lo guiso como puedo. Uno fue a por el pan, otro a por el huevo, y aunque no recuerdan como terminaba el cuento, nos lo relatan a su modo, con guiños al ska que levantan al público.
  16. Respuestas a cuestiones universales/trascendentales vol.1. No estamos todos, prometen, porque no se han podido traer a algunos de los churumbeles de la banda. Aún así juran estar pasándolo bien, y para confirmarlo se ponen manos a la obra en su música patalera y marchosa. Si no bailas es que no estás vivo.
  17. En mi mundo quizá (Es tiempo de revoluciones). A juego con el tono que habían tomado en la pieza anterior, siguen animados.
  18. Suerte. Agradecimientos al público, charlita para los fans, y promesas de Punkandroll de la mano de Envidia Cochina. Y cumplen. Muy punk, cantos y guitarreo.
  19. Miel. Aún con toques punk, cantada en velocidades imposibles traen esta pieza romántica de ritmos disparados.
  20. Chabolismo vertical. Punteos de guitarra nos regresan al rock, y sus ritmos más llevables nos arrastran por las letras de este tema.
  21. Autoarquía. Música revolucionaria, protestas en verso, siguen con la marcha establecida a estas alturas del concierto.
  22. La caja tonta. Se puede respirar la atmósfera, el sudor, el aliento de los espectadores. La música está encendida en esta pieza heavy.
  23. Sueños en Tetrabrick. La guitarra se vuelve la absoluta protagonista de este tema en el que desarrolla sus solos entre sus toques ska.
  24. Primarios. Se cierra un círculo, el origen de todo parece ser una guitarra que ganaron en una tómbola, y para homenajear esos tiempos de ensayo en habitación, nos dedican esta canción.
  25. En balde. La electricidad sigue presente tras la pausa de la batería, y vuelven de nuevo con fuerza a la carrera, ya en la recta final.
  26. ¡Levantad!. Lo estamos pasando muy bien, juran. ¿alguien habla francés? Se quieren despedir por todo lo alto de nosotros, y asi su música nos pide que nos levantemos.
  27. La risa. Y ahora sí, se van. Con pena, con alegría y con risa. Con todo lo que tienen para decirnos adios.

El concierto supera las dos horas de duración y demuestra que aquella noche se tocó y guardó un pequeño tesoro. La post-producción chapucerilla de esta banda, demuestra lo poco que les importa todo eso, abrasados por la naturalidad sin adornos, ni decoraciones, que hace del cuarteto gente de la tierra. Se suben al escenario para que los veamos mejor, pero tocan a pie de tierra. Canciones de rock and roll llanas y auténticas, y un desencanto vocal en el que se establece el motor de lo que son.

Más datos en http://www.losreconoces.net/