Los daneses Lowly son los niños mimados de la discográfica Bella Union, casa de Beach House, Dirty Three, Explosions in the Sky y Flamming Lips, entre otros. Se definen como noise pop, aunque su discurso se aleja un tanto de la electricidad a la par que se acerca al space-pop.

Still Life es todo un single. Es, sin lugar a dudas, la canción que mejor representa a este Heba. Avanza lo que son capaces de hacer, y a lo que deberían aspirar, los daneses. Una melodía preciosista, y la evocadora voz de Ninna Shannong, son las culpables de que todo aquél que se acerque a este Heba tenga las expectativas muy altas, lo que suele ser peligroso.

La voz gélida de Shannong comanda Deer Eyes. Lowly muestra que mezclan con agilidad los principales postulados del pop con ciertas estravaganzas del synth e, incluso, del jazz, pero con un resultado más bien pobre.

El minimalismo es una de las principales características de los oriundos de Copenhage. Las marcadas notas del bajo bailan con los escuálidos caprichos de las guitarras eléctricas. Si eres como yo, que cuando leo "noise" en mi mente también leo "Sonic Youth", te advierto que levantes la aguja del tocadiscos. Podríamos definir a Lowly como una banda de bajo, batería y voces, esencialmente. Look at the Sun es una buena muestra de ello. Es como si en un pozo vertiéramos una garrafa de Portishead con posos de Radiohead, pero salvando las kilométricas distancias.

El minimalismo es una de las principales características de la banda

Mornings es una paleta de colores sinéticos y texturas opimistas. Las guitarras, en su escaso protagonismo, expulsan al espacio notas etéreas con reminiscencias shoegaze. A estas alturas queda claro que la capitana de la tripulación nórdica es Shannong, quien, sin tener una voz fuera de lo común, cumple a la perfección con su cometido: dirigir las pautas de una banda fría y elegante.

Más ensoñadora es Cait # 2. Lowly utiliza el comodín de levantar el pie en el ecuador del elepé. Es bonito pero insustancial. Como una nube.

Prepare the Lake pone todo el arsenal de sintetizadores y compresores sobre la mesa, pero he de decir que pesa, pesa demasiado. El plástico comienza a pagar el llevar enganchados al motor unos cuantos momentos buenos y bastantes minutos de simplismo insípido. Un poco de café no me vendría mal, la verdad.

Con esto no quiero decir que el disco sea en exceso aburrido y tedioso, aunque sí es lineal y opaco. La melodía vocal es lo más brillante de Stubborn, que atesora también el muy digno papel del teclado que dirige la canción. De lo mejor de Heba.

Un elepé con un noventa por ciento de espumillón elegante, pero sin emoción

Pommerate es un caramelito pop etéreo que hará las delicias de los que gusten de tostones ñoños. No Hands sella el certificado de defunción del elepé. Son muchos los momentos desacertados si los comparamos con los buenos. Comprendo que el estatus de la banda esté muy alto en la actualidad, donde se premia lo que sea que suene a festival y a pastiche revival a base de graves a todo trapo. Pero cuando al sonido se le deja huérfano de ideas, y no se toman algunos riesgos, el resultado puede ser algo parecido un gazpacho de valeriana.

Con Word el disco no remonta, y termina abajo, en el fondo. Parece muy lejano aquel primer corte, Still Life, que puso a los daneses entre la espada y la pared. Una buena canción, un par de temas guays,... ¿Saco un epé? Venga, no. Voy a sacar un elepé con un noventa por ciento de espumillón, elegante, eso sí, pero sin emoción. Una lástima.

Más datos en https://lowlydenmark.bandcamp.com/