Disco
Mannequin Pussy: 'Romantic'
(Tiny Engines, 2016)
Los epés están de moda. El formato de corta duración ha ganado adeptos a lo largo y ancho del panorama musical en los últimos años.
Tanto las bandas emergentes como los artistas consagrados han acudido al "extended play" por razones bien diversas: estar el máximo tiempo posible en los rotativos especializados, minimizar gastos, utilizar el epé a modo de single ante la inminente publicación de un elepé, etc. Bien, dicho esto, he de confesar que no sabría cómo calificar el plástico que nos trae hoy a esta tribuna de Rockbase. ¿Lp?, ¿Ep? Once cortes. Diecisiete minutos. Bueno, sí se me acaba de ocurrir una definición para este Romantic. Cojonudo.
Romantic (Tiny Engines, 2016) es el segundo trabajo del cuarteto norteamericano Mannequin Pussy y, ¿para qué vamos a esperar al final para obtener un veredicto? Éste no es un film whudunit, de ésos que tanto odiaba Hitchcock. Estamos ante una pieza sublime, atemporal.
Mannequin Pussy tiene recursos suficientes para entrar de asesino y salir convertidos en animador
La aguja araña el surco exterior del vinilo. Los oriundos de Philadelphia abren el álbum con Kiss, una bofetada brutal de riott punk. Lo primero que se escucha es un contundente solo de de batería. Parece un bisturí que abre la carne para que la banda, a golpe de distorsión, se meta bajo tu piel. La herida es corta, de poco más de un minuto, pero sangra. Romantic, la canción que da título al disco, comienza con unas elegantes guitarras que sirven para que la voz de Marisa Debise languidezca. De repente, el torbellino sonoro y la voz desgarrada toman las ondas que recuerdan a L7 y a Nirvana.
Punk, un bajo atronador y guitarras afiladas. Así es Ten, la tercera bofetada del plástico. Pero Mannequin Pussy tiene fondo de armario y recursos suficientes para entrar disfrazado de asesino y salir convertido en un animador forrado de gomaespuma. Escucha Emotional High y me entenderás. La norma de no hacer cortes de más de dos minutos sigue vigente, bajo pena de muerte. Tranquilidad pop y furia siguen siendo las señas de identidad en Pledge. Pero no os acostumbréis a encontrar similitudes obvias. Dos más dos no son cuatro.
Estamos ante un discazo que dura menos que algunas canciones de post-rock
Denial es chicle punk. Hola, ¿está Shonen Knife en casa? Si, y Nirvana. Everything es un homenaje al 'Territorial Pissing' de los de Aberdeen, y funciona del carajo. Anything es otra pieza que apuesta por la urgencia acompasada por el pop.
El grunge más femenino también tiene hueco. Meatslave One te pasa a toda mecha, pero no hay tiempo de digerirla pues Hey, Steven arranca sin previo aviso dejando unos cuantos dólares de neumático en el asfalto. Me cuesta respirar con normalidad. Es como subir a un octavo piso con esquís. Beside Yourself es perfecta para cerrar el elepé de los norteamericanos. Confié en que fuese una broma, estilo canción de iglesia. Pero no. Es otro trallazo melódico y breve.
Estamos, pues, ante un discazo. Dura menos que algunas canciones de bandas post-rock, pero ése es uno de sus baluartes. ¿Quieres punk rock con piedras metidas en los bolsillos de una camisa de franela? Toma. ¿Quieres melodías? Toma. ¿Quieres oir música y que no te salga paja por los oídos? Pues Romantic es tu jodido elepé del año.
Texto: Carlos Rodríguez
Más datos en https://mannequinpussy.bandcamp.com/