Disco
Mireia Vilalta: 'Apnea'
(Lengua Armada, 2016)
Hoy os presentamos Apnea, el primer disco en solitario de Mireia Vilalta. Con influencias de Carlos Santana, Gary Moore, Steve Ray Vaughan, Joan Baez, Janis Joplin, el disco lo forman diez canciones, que mezclan estilos de rocks, y blues catalanes e ingleses.
Fue grabado y producido a manos de Eduard Baztán, en los estudios Búnquer BZ de Quart (Abril-Noviembre 2015) y Masterizado a los estudios Kadifornia a manos de Mario G. Alberni.
- Town of Blues.El disco abre con mucha energía con esta pieza en inglés que cabalga entre el rock y el blues, y que se detiene para coger aire entre estrofas antes de arrancarse de nuevo y terminar en alto.
- Oh baby. En una clave más sensual, esta canción se deshace a ritmos de cuerdas y coros agudos. La guitarra dibuja un solo muy interesante sobre la batería y las decoraciones puntuales del piano, que le dan un toque de bar escondido en el sótano de alguna gran urbe.
- Res de nos. En catalán, se lanzan a un rock de sonidos oscuros, susurros que se pierden en la niebla musical y la atmósfera de mundo perdido que crea la melodía. El final se alarga demasiado y se hace un poco más aburrida que sus predecesoras.
- Sons i paraules. Muy dulce, la voz de Mireia suena en todo su esplendor gracias a las suaves guitarras que la acompañan en esta canción italiana, que casi podría ser una nana. Una canción de las hadas, con sus voces que suben y bajan de manera encantadora. Desentona un poco con el resto de las canciones, pero igualmente suena muy personal, y muy bien. Sin duda uno de los temas más auténticos.
- The chair. Con la colaboración de una voz baja que poco tiene que envidiarle a la de Leonard Cohen, abren esta canción entre oscuros coros, que bien podrían estar organizándose para una misa negra. Pero giro de 180 grados, y con sonidos que bailan entre el funk y el rock, saltan a otro género, y nos dejan anonadados has ta el chillido final que cierra la canción.
- Calm before the Storm. Los punteos de guitarra que suenan como obertura, y la voz arrastrada de Mireia, quieren decirnos que eso es la calma, y que dura poco, porque la tormenta estalla enseguida llena de un rock negro como los cuervos que escapan nerviosos de las nubes de tormenta.
- La lluna no he agafat. con un tarareo casi onírico, y unas guitarras muy apetecibles, se mete en uno de los temas más sexys del disco.
- El miracle de fer-te canço. Mucho más festivalera, tiene toques de samba y un aire latino inesperado. No está mal, pero suena absolutamente fuera de lugar. Tiene más toque de música salada y callejera, que a los giros bluseros que hemos escuchado hasta ahora.
- Wet road. Regresando a los propósitos del disco, se baña lo más profundo que puede en la piscina del mencionado blues. Versos que se alargan rotos, y percusiones que arrastran a las guitarras con ellas. Pero la canción se contorsiona, avanzando y transformándose en un rock doloroso y retorcido.
- Ben verds. Y para terminar, e irse bien por lo alto, rock del bueno, del que no admite confusiones. Una de las canciones más movidas, llena de fuerza, personalidad rocabilly, y ritmos que obligan a mover el esqueleto. Un clásico que nunca falla perfectamente ejecutado.
En general el disco está lleno de buenas intenciones, pero no parece tener claro a qué género pertenece. Las piezas vecinas al blues suenan bien, pero no nos cuentan nada nuevo. En cambio, cuando la creatividad se abre paso por otros derroteros, los temas empiezan a sonar más personales, más originales, y en definitiva, más suyos. Se trata sólo del primer disco de una compositora llena de armas, que seguramente irá encontrando su voz y su estilo sin ninguna dificultad. La materia prima ya la tiene.
Texto: Maite Abascal
Más datos en http://mvilaltatdb.wix.com/mireiavilalta