Disco

Nivhek: 'After its own death / Walking in a spiral towards the house'

(Yelloweletric, 2019)

Publicado por Carlos Rodríguez - Hace 3 años
Nivhek: 'After its own death / Walking in a spiral towards the house'

After its own death/ Walking in a spiral towards the house remarca la esencia de las publicaciones de Liz Harris como Grouper. Ahora, con el nombre de Nivhek, la norteamericana nos regala un álbum doble basado en la liturgia de la muerte y en el imaginario común que nos suscita lo desconocido.

Cloudmouth es como un grito en el bosque. Los ecos fantasmagóricos tan usuales en las composiciones de Harris están sujetados, bajo este nuevo pseudónimo, por elementos electrónicos e hipnóticos loops. Sería ideal para el funeral de un hada en un bosque milenario.

El discurso de este primer álbum acecha desde la oscuridad

Night-walking continua con el requiem. La voz está ausente, como todo atisbo de euforia y efusividad, mientras que el xilofón aúlla a golpe lánguido de almas en pena. El discurso de este primer álbum acecha desde la oscuridad, mezclando tristeza con magia desde el más puro minimalismo.

Funeral song cierra la cara A del disco. Es, como reza su título, una canción creada para el adiós, para despedir a aquellas almas que dejan el mundo terrenal y se adentran así en lo desconocido.

El ruido, el grano, subraya lo acontecido en Thirteen. La guitarra, inédita hasta ahora, toma protagonismo. Los acordes resuenan entre un espectro de agua, en una cascada sónica, o, es probable, que sea el propio oyente el que tenga que descifrar la naturaleza presente en esta desconcertante pista.

After its own death marcha con pausa hasta su epitacio. Rodeados de penumbra acribillada por brillos de luciérnagas asistimos cómo Crying Jar es capaz de dotar a una misa réquiem de elementos industriales.

Walking in a spiral towards the house vuelve a tomar la esencia de 'Night-walking'. Sonidos metálicos alfombran la espesa niebla del sacrosanto, culminando así un After its own death tan reposado como inquietante. La interpretación que se le puede dar al Lp equivale a cuando estamos a oscuras en un lugar desconocido, y le intentamos dar significado a las formas misteriosas que nos rodean, arropadas por las sombras.

El segundo disco es una versión del primero

Walking in a spiral towards the house hereda de su predecesor los elementos más característicos de After its own death: misticismo, muerte, tristeza, minimalismo, nostalgia y misterio. De hecho el segundo Lp, o más bien podríamos llamarlo Ep por su duración, es una versión del primero. El lenguaje es el mismo, y el discurso apenas cambia. Es aquí donde zozobra un tanto este doble disco. La idea primigenia es atractiva, incluso, según el estado de ánimo del oyente, puede resultar incluso adictiva, pero Walking in a spiral towards the house podría eliminarse de la fórmula.

El nuevo experimento de Liz Harris es, pese al citado fallo estructural, todo un hito, un logro tanto para los fans de Grouper como para los que todavía no conozcan a la artista de Portland (si eres de los no iniciados en Grouper te recomiendo que escuches ya su disco Ruins).

El álbum es oscuro, pero ligero y amable a la vez. También puede resultar ensoñador y triste, pero qué le pedimos si no a una obra. Al arte se le exige que pondere las sensaciones ante la banalidad, y este disco suscita buena cantidad de emociones, algunas de ellas un tanto peligrosas.

Más datos en https://grouper.bandcamp.com/album/after-its-own-death-walking-in-a-spiral-towards-the-house