Disco
Nodriza: 'La Montaña Desnuda'
(Autoeditado, 2016)
Es la existencia de bandas como Nodriza la que garantiza la calidad de una escena musical: grupos perseverantes, que con dedicación y vocación experimental son poseídos por el sonido, el oído y sus reglas inexplicables, en lugar de responder a las etiquetas de una radiofonía caduca.
'El camino de la reina' abre el ascenso por esta Montaña Desnuda con un riff melódico en el que el calor y el frío luchan por predominar, mientras el acompañamiento rítmico produce un sentimiento de expectación que pronto se ve colmado por la entrada de un nuevo riff, violento y metálico, que entre sus transformaciones y meandros da la entrada a una voz capaz de mantener melodías articuladas con gritos que hielan la sangre.
El disco está cargado momentos que claman por un buen directo en el que ceder a los dictados de la música y expulsar los malos espíritus
Ya de entrada es apreciable que este cuarteto valenciano de metal progresivo posee un sonido aquilatado por las tablas del escenario. La mezcla y la afinación resultan puntillosas hasta el extremo, calculadas para maximizar el efecto de las armonías, pero no por ello pierden un ápice de agresividad: una agresividad visceral y evidente pero que no interrumpe en absoluto los momentos en los que la melodía toma el timón de la nave. Si algo es destacable del talento compositivo de esta banda es su capacidad para integrar las diversas líneas melódicas entre sí, y su habilidad para hacer que los cambios de ritmo y los breakdowns se sucedan con naturalidad, en lugar de sonar a meras imposturas genéricas: algo que se echa de menos en la escena del metal y el hardcore contemporáneos.
La mezcla y la afinación resultan puntillosas hasta el extremo, calculadas para maximizar el efecto de las armonías, pero no por ello pierden un ápice de agresividad
Aunque las influencias más evidentes son Tool y el nu-metal (en la más amplia de sus definiciones), en este primer tema aparecen también momentos veloces más propios del thrash (cabría especular que incluso del djent), o tonalidades que recuerdan el doom, a Alice in Chains o el post-metal de Neurosis. En 'Devorado por Quien' se aprecia, en principio, bastante mejor por qué han escogido definirse, entre otras cosas, como una banda de nu-metal, pero los cambios propios de la estructura de este tema dejan patente que, al menos, no son una banda de nu al uso. También es notable como expanden la base sonora que la banda de Maynard James Keenan ofrece, convirtiéndola en algo diferente: cambian el cielo estrellado de Tool por las sombras del fuego en el techo de la caverna, tendencia que es especialmente apreciable en 'Orgullo Vacío', con sus superficies laberínticas llenas de ecos y fantasmas, que caminamos de la mano de un bajo que nos mantiene cercanos a un suelo ceniciento, y que cuando decide desaparecer nos abandona a un mundo extraño de destellos oscuros.
Con 'Perros de Paja' nos encontramos inmersos en un número aparentemente más convencional, que acerca a la banda a un territorio en disputa entre el hardcore y el nu-metal, en el que la voz toma un papel más predominante. 'Corre Fuerte', segundo tema instrumental del disco, sigue a este tema y le funciona de perfecto contrapunto. Su estilo es difícil de definir, pero su duración y su dependencia de los riffs lo alejan del universo disperso en que muchas veces cae el post-metal. Tampoco es un tema progresivo al uso: en momentos como este es en los que brilla el particular talento de Nodriza para aglutinar sus influencias en una masa diferente, atractiva y característica.
'Gracias por existir' vuelve a acercarnos al universo de los riffs de groove y thrash, y es sin duda uno de los momentos más extremos del disco, uno de esos momentos que claman por un buen directo en el que ceder a los dictados de la música y expulsar los malos espíritus. El cierre del disco, 'Refugio en el abismo', no solamente funciona como una conclusión catártica, sino que amplía aún más sus influencias y dibuja un bello pronóstico para los próximos esfuerzos de la banda.
Debemos tener fe en que la escena global de música experimental se vuelva cada vez más saludable: desde luego, Nodriza ya han contribuído a ello
Por ponerle una pega a un disco que me ha parecido muy notable, diría que falta completar ese esfuerzo que han realizado por alzarse con un sonido propio con elementos que aumenten el carácter memorable de cada tema. No nos engañemos: todos y cada uno de ellos poseen elementos y sonidos diferentes, pero el oyente puede llegar a perderse un poco entre las galerías que horadan el interior de esta montaña desnuda.
Pero, por supuesto, cuando estamos hablando de un álbum de calidad, primorosamente producido y que demuestra el poderío de una escena metalera que crece y se multiplica (a diferencia de tantas otras) este es un problema menor. Auguro que este grupo tendrá un muy buen futuro, y eso a pesar de las dificultades que tienen las bandas de géneros minoritarios para exponerse al público. Debemos tener fe en las facilidades que Internet y el panorama festivalero ofrece, y esperar que la escena global de música experimental se vuelva cada vez más saludable. Desde luego, Nodriza ya han contribuído a ello.
Texto: Dimas F. Otero
Más datos en http://nodrizaofficial.bandcamp.com/album/la-monta-a-desnuda-2016