Disco
Raspberry Bulbs: 'Before the Age of Mirrors'
(Relapse, 2020)
El mundo de la música a veces es muy injusto. Hay discos de los que poca gente habla y bandas que, como mucho, estarán en la parte inferior de los grandes carteles de los festivales de verano. Bien, pues hoy os hablamos de una de esas bandas, Raspberry Bulbs, y su flamante álbum: Before the Age of Mirrors. Atentos los amantes del punk-rock, éste puede ser un disco de referencia.
Spitting From On High es una torta en la cara. La contundencia, el delicioso riff, el maravilloso puente... Muchos son los ingredientes de esta cápsula de música y de tiempo. Un placer para los sentidos.
La metralla sigue saliendo de los cañones de los neoyorquinos en todas las direcciones. Si no agachas la cabeza date por muerto. They Are After Me es el single del disco, pero no escatima en esquirlas sonoras que centellearán en tu celebro durante unas cuantas jornadas. Que les den a las radiofórmulas. La voz de Marco del Rio suena a pesadilla mezclada con desesperación, aderezada con unas gotas de odio eterno.
Interludio I es eso, un interludio, un descanso merecido para el oyente. Ponerlo en el tercer corte puede parecer precipitado, pero no lo es. Las campanas rememoran los sonido pacíficos de los templos tibetanos, es decir, contradice todo lo que Raspberry Bulbs ofrece en este plástico.
Un ejemplo de cómo reinventar el punk con una propuesta ecléctica
De mala baba va el asunto. Lost Your Teeths te hará perder algo más que los dientes como te tomes en serio su propuesta: baila y estréllate con lo primero que pilles. El bajo atronador y la más que efectiva batería harán el resto. Uno de los grandes méritos del trio es aunar varias versiones de una composición en menos de cuatro minutos. Y lo hacen con naturalidad, sin efectismos.
Más deudora del punk más neonato de finales de los setenta es Doggerel. Este corte parece el hijo predilecto fruto de una relación extramarital entre los Sex Pistols y cualquier banda de los años ochenta pertenecientes al fabuloso sello Dischord Records (Bad Brains o Minor Threat, por ejemplo). Una auténtica joya.
Tras el segundo interludio, Interlude II, llega Midnight Line. Sus devaneos algo serenos y elegantes que despiden sus primeros segundos de vida son un embuste, una quimera del buen gusto. Enseguida la electricidad se hace hueco a base de agresividad y de punk-rock-hardcore, o como quieras llamarlo. Cuando alto voltaje y quilates de calidad van de la mano...
Reclaimed Church también bebe del punk más directo, pero la fuerza vocal llega a asemejar al death-rock. Los oriundos de Brooklyn vuelven a mostrar varias palestras de un mismo color con una buen gusto poco común en unos tipos que deben escupir sangre, como mínimo, cuando actúan en directo.
Caerá en el olvido en las listas, pero estará en mi top 10 del año
Otro interludio más (Interlude III) no es del todo objeto de desdeño. ¿Excesiva morralla? Lo normal es que sí, pero en un trabajo tan enérgico y galvánico no sobran las pausas. Estos stop&go sirven para soportar golpes violentos, como lo es Ultra Vires, tema más próximo al noise o al death metal, en serio. Varias lecturas del mismo dolor en otro corte que duele. Magnífica.
El cuarto y último Interlude IV suena a cachondeo. Unas voces propias de una sacristía cantan a los ángeles. Todo muy contradictorio, pero a estas alturas da igual. Given Over To History culmina el disco como Dios manda; potencia a raudales, cambios de ritmo, al diablo el compás,... Una epifanía que oscila entre el rock, el black metal y el metal escandinavo.
El tercer elepé de Raspberry Bulbs es un ejemplo de cómo reinventar el punk con una propuesta ecléctica basada en estupendas composiciones. El sonido puede llegar a ser ensordecedor, pero es el arma perfecta para desarrollar este Before the Age of Mirrors. El sonido, lo que llaman los pedantes “calidad”, aquí es puro, crudo, hiriente y directo. Como antídoto contra producciones que miden su watios en miles de dólares, pero que carecen de alma, este disco es único. Todo un tesoro que caerá en el olvido en las listas de finales de año. Yo, en febrero, me atrevo a escribir que estará en mi top 10.
Texto: Carlos Rodríguez
Más datos en https://raspberrybulbs.bandcamp.com/album/before-the-age-of-mirrors