Disco
Rope Sect: 'Personae Ingratae // Proselites'
(Iron Bonehead Productions, 2017)
El post-rock está de moda. Eso sí, en versión 2.0 y en color negro y de manga corta. Hay quien ha vendido Personae Ingratae//Proselites el primer LP de Rope Sect, con dicha etiqueta. Pues no. Este doble epé es más rock que punk, y punk que post. Y deja frío.
Fallen Nation alumbra el álbum con el DNI de la banda clavado entre los dientes. Oscuridad, distorsión y unas voces evocadoras son los pilares de los alemanes, deudores de varias épocas y de distintos grupos, como todos, aunque se echa de menos algún elemento verdaderamente diferenciador.
Apuesta por un sonido actual, evocador del post-punk de principios de los ochenta
Como los antiguos Vietcong, ahora llamados Preoccupations, Rope Sect apuesta por un sonido actual, aunque a todas luces evocador del post-punk de principios de los ochenta. Tarantist es un esfuerzo por ir más rápido, lo que no les va del todo bien. Las mangas se las ve cortas con ese intento de imprimir velocidad a sus creaciones, todo lo contrario que Pretty Life. El cuarto corte de este compendio de epés es lento, siniestro y razonablemente escueto. De lo mejor del disco.
King of the Knight vuelve por los derroteros más enérgicos, y aquí no se les notan tanto las costuras. Me vienen a la memoria nombres como The National, Editors, leves recuerdos del último sonido que intentan plasmar los fallidos Interpol.
Recess es una estupenda pieza sólo instrumental que funciona como intermedio. De verdad, se deberían plantear bucear más por esos lagos. El minutaje de calidad en sus futuros trabajos creo que crecerá exponencialmente.
La faceta más cercana al hard-rock la encontramos en Ochlesis. Tras un comienzo abrasivo y con tintes heavy, la formación apuesta por un final largo y lánguido que funciona muy bien. Es puro contraste, del que se busca a dentelladas, pero funciona.
Pese a ser muy apetitoso sobre el papel, no cumple con los mínimos
Con Death Is Your Lover los Rope Seg siguen en búsqueda de la violencia. Es como si a sus compatriotas Ramstein les das Orfidal para desayunar, salvando las distancias. Lo cierto es que esto me suena a una búsqueda un poco a la desesperada por aparentar lo que no son.
Más personal es Rattenkonig, pista rock con pausas y tirones ya característicos en el álbum. Me da que en directo funciona mejor que en estudio. Quietus es muy parecida, y, para ser sincero, el aburrimiento asoma la cabeza. No llega a enganchar ni a entumecer. No provoca hastío, pero está lejos de atrapar al oyente.
Proselytes comienza con una fórmula más manida que el Teorema de Pitágoras. Vale, no está mal, pero la idea no cuaja, ni tiene magia. El disco concluye y el sabor es insípido cual gelatina de agua . El primer largo de Rope Seg rezuma Rock con vestigios post y guindas de punk que, pese a ser muy apetitoso sobre el papel, no cumple con los mínimos para ser recomendado, aunque sí es un LP digno y que gustará a ciertos amantes, menores de 30 años, de Joy Division.
Texto: Carlos Rodríguez
Más datos en https://ropesect.bandcamp.com/