Disco
Sharon Van Etten: 'Remind Me Tomorrow'
(Jagjaguwar, 2019)
¿Dónde ha estado Sharon? Cinco años han pasado desde aquel irregular Are We There (2014). La neojerseíta ha aprovechado este tiempo para centrar se en su faceta de actriz, participar en bandas sonoras y ser madre. Pero además ha dado un golpe de efecto a su sonido, tal y como demuestra su última referencia: Remind Me Tomorrow. Adiós folk. Bienvenida electrónica.
I Told You Everything hace pensar que todo sigue igual, pero no es así. La canción que inaugura Remind Me Tomorrow es de lo más parecido a sus trabajos previos. A partir de aquí no esperes encontrar demasiadas similitudes con discos como Ramp ó Because I Was In Love. La noticia entra bien en el subconsciente. Van Etten ha cambiado, y te lo va a contar poco a poco.
Comienza No One´s Is Easy to Love. Ya sabes a lo que me refiero. No es un disco de Portishead, ni de Thom Yorke. La artista ha apostado por un sonido a base de sintetizadores, pero no le ha restado un ápice de alma a sus canciones. El estribillo es de los que hacen que esta espera haya merecido la pena.
Apuesta por un sonido de sintetizadores, pero no le resta alma a sus canciones
La vertiente más experimental de Van Etten queda bien patente en Memorial Day. Un bajo, una batería y unas notas de saxo. Esos ingrendientes, sumados a la siempre triste voz de Sharon, nos transportan a una noche, en un bar a oscuras, bañado de neón, cuyas ventanas atiborradas de lluvia nos dejan adivinar un mundo sumido en tinieblas.
El tono fiestero también se hace hueco en el disco. Y es que, pese a que por naturaleza la voz de Van Etten no debería casar bien con este sonido excesivo, lo cierto es que todo concuerda a la perfección. Esta Comeback Kid me recuerda a ciertos pasajes de la excelente Anna Calvi.
La luz lúgrube vuelve con Jupiter 4. Suena a cuento futurista y apocalíptico, pero narrado con dulzura y melancolía. No es de lo más destacable del álbum, pero como canción mide el nivel más bajo al que va a llegar el LP, lo que no es ni mucho menos una mala noticia.
Van Etten ha tomado un rumbo tan distinto como sorprendente
Seventeen es el single del disco. El clip refleja a la Sharon Van Etten actual recorriendo junto a su alter ego las zonas más relevantes en las que pasó su infancia/adolescencia. Como resumen del álbum no está nada mal, pues en esta entrega apuesta por un sonido, digamos, futurista, pero con una elevada carga de recuerdos, faltas y melancolía.
Y es que este Remind Me Tomorrow está hecho para ser degustado en la oscuridad. Malibu es de todo menos todo lo que el estilo de vida californiana puede representar. Un pildorazo de reverbs y echos para degustar con una copa en la mano.
Más animada es You Shadow, corte que representa un espejo respecto a algunas canciones típicas de Van Etten, sobre todo en lo que a la melodía de voz se refiere.
In Hands retoma la oscuridad que reina en todo el plástico. La melodía atesora belleza gótica, sustentada en un punteo simple que hunde al oyente en la más profunda melancolía.
EL disco concluye con Stay, otra pieza de corte medio que sirve para rubicar el nuevo sonido de la norteamericana. Estamos ante un trabjo audaz, arriesgado, en el que Van Etten ha tomado un rumbo tan distinto como sorprendente. La jugada le ha salido bien, emergiendo airosa del envite y con un horizonte amplio hacia al que dirigirse. Esperamos que no tarde otro lustro para hacer otro alto en el camino y mostrarnos sus inquietudes.
Texto: Carlos Rodríguez
Más datos en https://www.sharonvanetten.com/