Disco

Sinestesia: '¿Quién va a poder con esto?'

(Autoeditado, 2016)

Publicado por Dimas F. Otero - Hace 6 años
Sinestesia: '¿Quién va a poder con esto?'

Sinestesia, conjunto de músicos que a tantas noches estudiantiles de Santiago han puesto música con sus agridulces sintonías, demuestran su veteranía en tales lides con su segundo largo.

El cuarteto compostelano compuesto por Jacobo, Miguel, Manu y Tomás (que se encarga de la composición de los temas) lleva más de un lustro poniéndole música a la noche de la ciudad de los peregrinos y los estudiantes, ya sea directamente o mediante la participación de sus miembros en otros proyectos. Y, por supuesto, esta experiencia se hace patente en el tratamiento de cada uno de los temas de su nuevo LP. El cuidado balance de las influencias (que abarcan desde el pop de los sesenta hasta la americana indie de hoy en día, pasando por amplias dosis de country y sobre todo mucho blues) o la instrumentación, demuestran un saber hacer que se esconde detrás de los detalles más delicados.

La experiencia de los músicos se hace patente en el tratamiento de cada uno de los temas de este nuevo LP

En el apartado literario, el disco nos presenta un panorama donde el trato con los sentimientos mantiene el tipo, sin caer nunca del lado de lo sensiblero; donde la imaginería psicodélica y el trazado fragmentario de momentos de alcohol y deseo consigue no descender hacia el caos: en definitiva, un ámbito de equilibrios delicados y cálidos, que quizá delatan la temperatura del mes de agosto en que fue grabado.

El disco se abre con 'Antes que tu y que yo', una canción pulcra y abierta en el que los toques de bluegrass psicodélico de las guitarras reciben el contraste amable de la confusión introducida por ciertos elementos jazzísticos. Su tema es uno que obsesiona a los artistas de toda confesión y todo tiempo: la posibilidad de la originalidad, los sinsabores y las ventajas de saber que las zarzas que hoy atravesamos son retoños de las que otros han cortado antes. 'Se están cayendo todos los aviones', cuyo título hace referencia a las misteriosas tragedias que han sacudido el espacio aéreo internacional en los últimos tiempos, hace contrastar esa pasión tranquila compartida con amigos o amantes con el sublime sentimiento de terror de un mundo de sangre derramada y corazones batientes. Los riffs, ligeramente paranoicos, son alternados de manera precisa con un estribillo al borde de la ternura de un vals, que la voz de Tomás consigue mantener en la línea virtuosa que separa lo sentimental de lo sacarino.

'Más madera' es un tema con sabor a malta, que se hace acompañar de las evoluciones de un piano que recuerda tanto al blues tabernario más añejo como a las sensualidades del jazz-rock tanto histórico como contemporáneo. La canción suena de modo que parece servir de introducción a una de esas noches en las que la barrica y el humo derrotan a la lluvia en su propio terreno.

Sus influencias son el pop de los sesenta, la americana indie, el country y sobre todo, mucho blues

'No te necesito' entra en escena a continuación, cortando el aire con la delicadeza de una pluma de plomo derretido, y arrastrándonos por un panorama de pérdida en un deseo ligeramente contradictorio. 'Lagartos' se establece como delicado contrapeso con el tema anterior, utilizando como medio para ello los acordes de un piano bluesero que hace subir los grados hasta cuarenta, y no solamente los que muestra el termómetro. Como es característico de las letras a lo largo del álbum, entre las simpáticas imágenes que relacionan lo cotidiano y lo extraordinario se deslizan golpes de crítica que enriquecen sus ya de por si agradables derivas narrativas. El último minuto del tema es suficiente para demostrar la precisión blues de cada uno de los miembros del grupo, y su capacidad para jugar con la melodía del tema principal de modo que brille más fuerte antes de apagarse finalmente.

'¿Quien vá a poder con esto?', que se abre con un comienzo desconcertante, es un tema central apasionado, fluido, mutable y bello; su inicio hace contrastar cierta reverberación cristalina del piano con la calidez del bajo y el estribillo. Entre estos elementos somos conducidos por calles detenidas o ralentizadas, pobladas por personajes y fragmentos perdidos entre los que, paradójicamente, nos sentimos en casa, como en un cuento del que desconocemos el final. Exhaustos de este paseo nocturno llegamos a 'No vuelvas a entrar', bailando la danza del deseo herido, como intemporales vectores que señalan lo inaccesible, congelado en las horas que separan la oscuridad nocturna y la luz de la plena mañana. La advertencia que sirve de título al tema es transgredida finalmente, quizá entre nubes de confusión o quizá por puro desespero. En todo caso, el arrullo de una noche ya antigua nos impide dormir. Y estando en esas, de repente 'Hay una luz'. El piano sigue llevando el peso del apoyo armónico en este tema de ritmo casi caribeño. El Otro, objeto eterno del deseo, permanece silencioso, entre esa dulzura que ofrece equilibrio entre la crueldad más fría y terrible y la conciencia de la belleza. Si antes se caían todos los aviones, al llegar a este punto ya no hace falta: la existencia y sus caprichos bastan para ponernos contra la pared de lo sublime y de lo incompleto.

El sonido rebosa cariño al escenario, a la noche y a los deseos que dominan esos espacios difusos

'HDMI' es, finalmente, una de esas despedidas lacerantes a pesar de la aparente calidez de los abrazos y las palmadas en la espalda. Un teclado casi espiritual envuelve un relato de pedazos de las religiones habituales de lo inefable que acechan a los ciudadanos de este mundo de hoy detrás de cada esquina.

Como aventurábamos, el disco rebosa veteranía y saber hacer, pero también un apego al mundo salvaje y dulce de la larga noche. Si hay algo que caracteriza el sonido de Sinestesia es su cariño al escenario, su conocimiento del ambiente tabernario, del aroma de las copas y los cigarrillos en la puerta; en definitiva,  el deseo que, más o menos explícito, domina las interacciones en ese espacio difuso, en ese tiempo oscuro y cálido, siempre preñado de posibilidades que, aunque a veces se coagulen como el barro sobre el empedrado de las calles, siempre nos ponen en movimiento.

Con unos auriculares y Sinestesia podréis sentirlo pero... ¿Quién va a poder con esto?

Más datos en https://sinestesiatrio.bandcamp.com/