Disco

The Warlocks: 'The Chain'

(Cleopatra Records, 2020)

Publicado por Carlos Rodríguez - Hace 4 años
The Warlocks: 'The Chain'

The Warlocks es el proyecto de Bobby Heckser, quien desde 1998 lleva reclutando para la causa a músicos de la zona de Los Angeles. Esta causa no es otra que desmembrar los órganos de géneros como el psych-rock o el shoegaze y hacer un discurso propio que no esconde su influencias. The Chain es su noveno y mejor álbum. Toda una joya.

The Chain comienza con un tema incontestable. Dear Son es una balada hipnótica que atrapa desde su primer acorde. Las etéreas guitarras mezclan a la perfección con la susurrante voz de Bobby Heckser, que lleva la harmonía de la canción hacia la zona más dulce del paladar. De los mejores temas que el aquí firmante ha escuchado en este malogrado 2020.

Es un disco regio y atractivo, embriagador y mutante

Los californianos nos adentran por sendas desérticas caleidoscópicas con The Robbery, un trallazo instrumental atravesado por un bajo inmisericorde. Tan psicodélico como desert-rock este corte pone en situación al oyente, que prevé una escucha ecléctica y un tanto imprevisible.

Hecksher alza la voz en Mr. Boogieman, pieza más típica del género psych-rock. Los vientos arenosos provienen de ráfagas al estilo de los Black Angels (banda que no se suele dejar de nombrar en esta estirpe de música) pero con más noise en sus venas. El tema es corto y deja ganas de más oscuridad, lo cual tiene su mérito.

The Warlocks se aproxima a la costa con Double Life, canción deudora de esa rama psicodélica surfera que cabalga por las olas de Santa Mónica. Es como si a los músicos de Allah Las los vistieses con pinturas góticas a lo The Cure. Muy disfrutable.

Se podría decir que es su mejor trabajo tras más de veinte años de existencia

We Don´t Need Money experimenta más con la textura, aunque el corazón de la propuesta continúa engendrando una melodía con gancho, con alma pop. La escena se endurece en estos cuatro minutos de guitarras afiladas y repeticiones dignas de una mañana deudora de una noche pasada de peyote.

Más brillante es You Stooge You. Simple catalizador de headbanger desnucador. Otra muestra instrumental de una banda que sabe cuándo abrir la boca o cerrarla. Hagan lo que hagan, aciertan. Es como tener a Gerson en tu equipo.

Sucking Out Your Soul Like A Son Of A Bitch no suma calidad a este The Chain pero da lo que se espera de él, es decir, toneladas de desesperación que reverberan en una melodía simple y eficaz.

Saben jugar con los tempos y las sensaciones

Los estadounidenses saben jugar con los tempos y las sensaciones. Have Mercy On Me cambia un tanto de registro y los adentra en una suerte de psych-folk que no les va nada mal. Lo más interesante es su tramo final, cuando los instrumentos se acarician en las ondas para dotar al corte de una belleza que no encontraba en su inicio.

Aún más acústica es Feel No Pain / You Hurt Me. Hecksher toma el alma de J Mascis o de incluso Dean Wareham en una composición que vaticina el final de algo, o de todo. En esta ocasión de un disco. Buena. El intimismo llevado a la virtud.

The Warloks no abandonan este tono el epílogo del álbum. I´m Not Good Enought / Party Like We Used To. Aquí la influencia de los Galaxie 500 es muy evidente, pero siempre respetando el lenguaje personal de Heckser y compañía. Un final que deja un sabor de boca extraordinario. Es épico y bello.

El noveno disco de los angelinos es regio y atractivo, embriagador y mutante. Es casi imposible esperar que una banda, o un proyecto personal como es éste, entregue su mejor trabajo tras más de veinte años de existencia, pero me atrevería a decir que así es. Si eres amante de los Spacemen 3 o de Brian Jonestown Massacre ésta es una buena oportunidad para descubrir la discografía de The Warlocks. Su último disco merece el esfuerzo.

Más datos en https://www.thewarlocks.com/