Nuestro primer contacto con José Luis se produjo hace más o menos un año. Su disco era más que interesante, así que teníamos ganas de preguntarle muchas cosas. Le enviamos un cuestionario, aunque se quedó "traspapelado" en el buzón de correo. Y, por fin, aquí está la entrevista... La espera ha merecido la pena.

Empecemos por tus primeros recuerdos como guitarrista, ¿cuándo aprendiste a tocar? ¿Qué te gustaba del instrumento y por qué te llamó la atención?

La verdad que el momento fue muy claro y lo recuerdo como si fuera hoy. Yo tenía unos 9 o 10 años y una noche escuché un tema de Queen en la tele, agarré una escoba durante el solo de Brian May y, cuando terminé de hacerme la imitación de la guitarra, me dí cuenta que algo muy fuerte había pasado. No había sido simplemente un juego de niño. Inmediatamente tuve que despertar a mi mamá y decirle que quería aprender a tocar la guitarra. Quizás para que simplemente la dejara dormir, me dijo que SI y al otro día cumplió lo dicho entre sueños jeje. Antes de eso no recuerdo mucho las guitarras.

¿En qué momento empezaste a componer? ¿Tus primeras canciones ya estaban influidas por el blues?

Yo empecé a crear algunas cositas inmediatamente, y cuando empecé a tocar Blues algunos años después, formé mi primera banda en la que, además de tocar malamente algunas versiones de S. R. Vaughan, hacíamos temas míos. Pero en cuanto me metí más de lleno en el Blues y en conocer más, aplacé un poco  la composición.

Una de las cosas que más me han gustado de tu disco son las letras, que son muy personales, inspiradas y sinceras. ¿Cómo suelen llegar las ideas? ¿De qué cosas te gusta hablar? ¿Por qué en algunas canciones eliges el inglés? Muchas preguntas, ¿no? Cuéntanos un poco sobre todo ello…

Sí, coinicido. Éste es mi disco más personal y dejo de cantar historias de otros, que quizás no me representan tanto para cantar mis cosas. La composición funciona a veces como catarsis, como terapia, y de ahi que suenen sinceras. No tengo método para componer, y me gustaría hacerlo más sistemático, pero las ideas me sorprenden en cualquier lado, a veces el menos adecuado para registrar la idea. Si me quedo solo en la orilla del mar un ratito, es casi imposible que no se me venga algo a la cabeza, aunque después eso quede en la nada.

Con respecto al inglés o al español de mis temas, yo intenté que todo el disco sonara lo más natural y fuera lo más natutal posible, y creo que eso se ve en la producción donde nada suena muy cargado. Siguiendo esa línea, si una canción nacía en español, quedaba en español y lo mismo si nacía en inglés. Es cierto que algunas tienen sus dos versiones, aunque aun no las haya publicado, pero porque también sonaba natural y no porque fuera una mera traducción. Lo que sí intenté es que la mayoría del disco fuera en español que nunca lo había hecho.

Blues, rock, soul, country, swing,... ¿Hay algún estilo al que te gustaría acercarte y todavía no lo has hecho?

Sí, me gustaría acercarme más al Tango y al Folclore Argentino. Pero tengo mis dudas, hay veces que tocar y entender un estilo demasiado le quita la posibilidad de escuchar ingenuamente como un nene. Por lo menos eso me pasa a mí.

En tu faceta “rockera”, por ejemplo en temas como ‘Sólo hay que saber bailar’, el disco me ha recordado a clásicos argentinos de este género. ¿Son una influencia consciente o sólo es que intento encontrar similitudes?

Puede ser una mezcla de ambas. Lo cierto es que aquí en España, al compararme intentan buscar una referencia argentina, y al no conocerse muchos músicos de allá siempre se cae en la comparacion con Ariel Roth, con Fito Paez incluso, que es lo que se conoce aqui. Pero por ejemplo en Argentina, nadie ha encontrado similitudes con estos artistas. De hecho yo nunca he escuchado Tequila, ni he sacado los acordes de una canción de Paez. Aunque por supuesto no deja de ser un halago tales comparaciones.

Lo que evidentemente creo que es posible es que algunos de estos artistas hayan escuchado con el mismo cariño que yo a los Beatles o a BB King y eso se note tanto en sus trabajos como los míos.

En este caso de 'Sólo hay que saber bailar', está más inspirado en The Fabulous Thunderbirds de fines de los 80 y el resultado final puede tener, sin intención, alguna similitud con 'Rock and Roll y fiebre', del gran Pappo (éste sí, argentino).

13 formas de limpiar una sartén es un álbum de 13 canciones (supongo que el título no es casualidad) muy variado y una producción muy limpia, exquisita. ¿Cómo se grabó y mezcló? ¿En qué estudios? ¿Quiénes han participado?

Sí, el título apunta exactamente a eso, a 13 maneras, 13 ritmos, 13 canciones que me pueden ayudar a seguir adelante. Es muy variado porque en este disco saco todas las influencias que de manera quizás más inocente (sin mucho estudio del género) han marcado momentos de mi vida, más allá del Blues.

El disco está grabado entre Madrid y Buenos Aires. Las bases, batería y produccción general fue en el estudio MOMA del barrio de Palermo en Buenos Aires. Guitarras, voces y vientos fueron grabados mayormente en Subsonic Studio de Carabanchel e incluso alguna cosita en el cuarto de mi casa. Hay un saco de Doug James, saxofonista de Jimmie Vaughan que fue grabado en New York. Los músicos que me acompañan son muchos en este disco pero podemos nombrar a Gabriel Cabiaglia, también productor del disco, Mauro Ceriello, Angie Sánchez, Alana Sinkey, Raúl Márquez, etc.

Creo que has conocido a Johnny Winter, fallecido hace unos meses. ¿Qué puedes decirnos sobre ese encuentro?

Lo conocí hace unos años en el backstage del Festival de Cazorla en su autocaravana. La verdad no fue más que saludarlo y hacer unas fotos con él, en plan fan total que soy.

Luego lo volví a ver muy poco antes de su muerte en el Teatro Lara de Madrid, donde el técnico de sonido se las ingenió con mucha habilidad para que eso sonara fatal y no se pudiera apreciar naaaadaaaa de lo que pasaba en el escenario. Me fui antes del final y un poco triste.

¿Además de una buena Strato, qué otros modelos te gustan? Y en cuanto a acústicas y amplificadores, ¿cuáles sueles usar?

Es una pregunta con trampa, me gustan casi todos los modelos. Pero los que más me gustán despues de la Strato, es la 335, una buena Les Paul y últimamente la SG. Por suerte tengo una de cada una de ésas. Guitarras acústicas tengo una Recording King que es una copia muy barata y muy decente de una Martin, y tengo una guitarra de Gipsy Jazz modelo Angelo Debarre, que fue construída por un luthier español que ahora mismo no me viene su nombre a la cabeza pero es un genio.

Y en cuanto a amplificadores, mis dos de cabecera son: un Luisman, que es un ampli que diseñaron para mí dos gallegos. Es un cabezal increible y hasta ahora es el mejor ampli que yo probé. Y luego para ir a batallar, siempre voy con un Fender Deluxe Reverb del 78, aunque modificado a Black Face por Pablo Kahayan.

La canción ‘Caso mental’ aparece dos veces en el disco, con distinto tempo y distinto sentimiento, aunque manteniendo el aroma blues en ambos casos. ¿Por qué decidiste incorporar las dos versiones?

Es curioso, porque hemos dejado varios temas fuera del disco y el 'Caso Mental' se las arregló para estar dos veces. Supongo que porque fue imposible elegir una de las dos. Yo quería que hubiera algo así un poco más pesado con una viola más Hendrix en el disco, pero cuando se grabaron los hammonds de la versión rápida y una percusión -que está lejos pero está-, se hizo muy díficil desechar la versión rápida. Creo que la letra que habla de la locura, va mejor con la versión mas desgarrada y lenta, pero....

¿Y podremos verte pronto en España defendiendo estos temas?

Sí, ya estamos en eso. El viernes 13 de marzo estaré en Sala Clamores de Madrid presentando por primera vez todos los temas con la banda completa e invitados de lujo.

Muchas gracias y un abrazo :)

A vosotros, muchas gracias¡!¡!

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