Nos encontramos ante el primer disco en solitario de Joe Eceiza, ex guitarrista de la banda madrileña Le Punk y colaborador habitual de bandas como Garaje Jack, Rubén Pozo, Pablo Galiano o Látigos calientes. En realidad no estamos ante su primer trabajo en solitario ya que anteriormente nos dejó el EP “Pequeño martirio” que contenía cuatro canciones de corte acústico y que ya evidenciaba lo que tenemos ahora entre manos, un gran guitarrista y compositor que, además, va a más en cuanto a registros vocales.

"Mejor perder que huir" es, como decimos, el primer disco de Joe Eceiza. Su título una verdadera declaración de intenciones, y el contenido ocho canciones que muestran la evolución a todos los niveles de un gran compositor y guitarrista -ya lo sabíamos- que ahora además nos sorprende con unas letras muy cuidadas y un buen trabajo a la voz, rol con el que parece cada vez más cómodo. Además viene respaldado por las colaboraciones de Leiva a la batería, Dani Patillas (Le punk) al bajo, Pablo Galiano y Laura Rubio (Garaje Jack) a los coros, César Pop al acordeón, Tuli al saxo y los propios Garaje Jack y Héctor Tuya como banda en "Dejé de ser".

El disco contiene ocho cortes cuyo rasgo común es la sencillez y elegancia. Se buscan las armonías sin caer en lo complicado e innecesario y las canciones tienen un punto de desnudez que insinúa más que enseñar, pues todo se escucha en su sitio y muy cuidado, apoyando siempre a la melodía y las letras. Nada sobra ni falta, todo acompaña para conseguir un gran ambiente en cada canción, desde la base rítmica de batería y bajo, pasando por los acompañamientos de acordeón, saxo o los propios coros. Bajo estos rasgos comunes Eceiza nos ofrece un disco lleno de matices y estilos que van desde un rock más "vacilón" ("La reina del drama", "Tu vecinita") a una delicada pieza instrumental ("Martina") pasando por el blues ("La noche"), pero siempre sonando a Joe Eceiza.

Vamos con los temas:

• 1.- 'No moriré': Buen corte el que abre el disco, ya desde el primer momento notamos el cambio de registro en la voz que suena mucho más segura y trabajada. Gran trabajo para crear el ambiente propicio para la canción por parte de batería y bajo, todo muy ajustado y con cambios de dinámica, paradas y un solo de guitarra que demuestra que, por mucho que itunes al meter el disco nos ponga que es un disco de pop/rock, estamos ante un gran trabajo de Rock adulto. La letra es para leerla mientras se escucha, muy buena.
• 2.- 'La reina del drama': Quizá la canción más “ligera” de escuchar del disco. He leído en alguna ocasión que puede recordar a “Los Ronaldos”, quizá por el ritmo que tiene y el timbre de voz de Joe, pero para mi sigue sonando al estilo de propio de Eceiza. Los coros y el saxo terminan de crear ese ambiente que hace que la canción te entre de primeras muy bien.
• 3.- ' El día de tu boda': Pasamos a una melodía más triste, guitarras acústicas muy cuidadas y el acordeón creando un buen colchón para la voz.
• 4.- ' No están aquí': La canción más corta del disco. Tema acústico con un toque muy bonito, una cierta ingenuidad que te deja con un buen sabor de boca y una cierta sensación de paz.
• 5.- ' Dejé de ser': Cantada a dúo con Laura Rubio de Garaje Jack. La letra es perfecta para un dúo y se complementan realmente bien. Tiene frases geniales: «Puede ser que la estúpida, química, jugara su papel y oxidara junto al tiempo, lo que juro que ayer fue un baile sin red». El ritmo y la instrumentación bien elegida. Una de las mejores canciones del disco.
• 6.- ' La vecinita': Otra canción de “rock vacilón”. Por el ritmo que tiene es de las que entran bien en primeras escuchas, aunque necesita de varias para escuchar todos los detalles. El estribillo es muy bueno (normal que dé nombre al disco), «mejor bailar que andar siempre llorando, mejor perder que huir».
• 7.- ' La noche': Un blues marca de la casa. Muy bonito musicalmente, con un regusto amargo (“Hoy no será la noche, de los justos y los buenos, los que hacen que esto pueda salir bien”).
• 8.- ' Martina': Tema instrumental para cerrar el disco. Arpegios delicados y sonido muy cercano y desnudo.

Definitivamente un disco para escuchar atentamente y con tranquilidad (siempre recomendaré unos buenos auriculares), por las sensaciones que provoca y los matices que esconde. Como dice el propio Joe Eceiza: “Que queden siempre, cuentas pendientes. Excusas vanas para poder charlar.”

Así que como cuenta pendiente dejamos su próximo disco, como excusa para charlar.

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